Tour de Francia 2017: Mikel (x2), principales responsables del maillot amarillo de Froome

Todo por decidir en el Tour de Francia, con la general, en un auténtico pañuelo. Froome sigue portando el maillot amarillo tras recuperarlo in extremis en el muro de Rodez, posicionando bien en el pelotón para picar el tiempo necesario que le otorgaba de nuevo el privilegiado lugar en la clasificación. Fabio Aru, Romain Bardet y Rigoberto Urán respiran cerca del británico, con los cuatro ciclistas en medio minuto. Y de inmediato, con poco más del minuto de diferencia, la locomotora Dan Martin, cuya caída en el descenso del Mont du Chat priva al irlandés de vestir el jersey de líder.

Repasando la general, el siguiente nombre, con 1’17” de desventaja figura uno de los compañeros de equipo de Chris Froome. Uno de los principales culpables, sino el número uno, de que el británico llegue a los esperados y temidos Alpes portando el amarillo. Mikel Landa, probablemente el hombre más en forma de este Tour. El vasco acudió al rescate cuando su jefe de filas más lo necesitaba en la jornada previa al descanso, a pesar de demostrar en anteriores etapas que tiene piernas suficientes como para hacer la guerra por su cuenta y vestir la capa de líder. Pero el Sky no piensa igual y, de momento, Landa no deja de ser un gregario más con miras a que Froome llegue líder a París por cuarta vez en su carrera.

En plena ascensión al Col de Peyra Taillade, un pinchazo de Froome provocó la reacción del Ag2r, con el cuchillo entre los dientes para lanzar a Bardet a lo más alto de la general. Pero ahí es cuando la maquinaria del Sky comenzó a funcionar. Kwiatkowski paró con el británico para cambiarle la rueda, y en ese momento es cuando otro de los artífices de ese primer puesto entrara en escena. Mikel Nieve comenzó a tirar de Froome para reducir una desventaja que rondaba los 40” con el grupo de favoritos, lo que suponía ya no sólo perder el amarillo, sino también quedar relegado fuera del podio con Aru, Urán y, sobretodo Bardet, imaginando ese perfecto escenario en el que el favorito en todas las quinielas quedaba fuera de combate.

El vasco cumplió, y con creces, su misión de gregario hasta acercar a Froome al grupo. Pero entonces la radio del equipo Sky empezó a trabajar para pedir a Mikel Landa que bajase el pistón y se descolgara de los favoritos para llevar reenganchar a Froome con los favoritos. "Tuvimos un problema y los resolvimos bien. Tuve que ayudar a Froome porque me lo pidió el equipo, ya que Mikel Nieve no podía y tuve que esperar. El Ag2r perdió unidades en cabeza y pudimos entrar en el grupo de delante", aseguró Landa al término de la etapa.

El propio Nieve ensalzó a sus dos compañeros de equipo, rindiéndose al momento que tanto Landa como Froome atraviesan en este Tour. "Por suerte tenemos dos bazas y eso es bueno para el equipo. Aún queda una semana muy dura y pueden pasar muchas cosas. El equipo está fuerte. Froome es el líder, está bien y estamos listos para las etapas que restan, que serán muy difíciles", concluyó Nieve.

El debate que ha generado el gran momento de forma de Landa plantea la opción de ver al español como número uno del Sky, como ya pasara con el propio Froome en el año 2012 cuando tenía piernas suficientes para batir en la general a su líder, Bradley Wiggins.

Con los Alpes en el horizonte, y la eterna duda de comprobar qué pasará, lo que sí puede tener claro Froome es una cosa: la dupla Mikel que tiene a su servicio, no la tiene ningún otro equipo del pelotón. Uno seguirá en su rol hasta que las piernas digan basta. El otro, con la alternativa real para vestir el amarillo en París. Los Alpes, o la radio del Sky, dictarán sentencia.