Tour de Francia 2018 (10ª etapa): Al menos gana 'el nuevo Valverde'

Julian Alaphilippe: De él se dice, y con razón, que es el nuevo Alejandro Valverde. Capaz de ganar una gran clásica belga que una etapa de montaña en una gran vuelta y quien sabe si en el futuro una general. El del Quick Step lo tuvo claro. Jugada valiente y maestra.

Chris Froome: Pinchazo inoportuno en el tramo de tierra al coronar el Plateau des Glières. Ni se inmutó. Ni se puso nervioso ni ningún rival intentó atacarle, ni tan siquiera moverse. Máximo respeto. Demasiado.

Greg Van Avermaet: El belga mantiene el liderato en la primera jornada de montaña. Se filtró en la fuga y aguantó como un coloso en un terreno que no es el suyo. Todo son buenas noticias para él y para su equipo, el BMC, que ha encontrado nuevo patrocinador para reinventar un proyecto ganador.

La primera etapa de montaña de los tres días grandes que se venían en Alpes fue un quiero y no puedo constante salvo para el ganador, Julian Alaphilippe y el líder del Tour de Francia 2018, Greg Van Avermaet. El Team Sky, casi sin querer, mantuvo el ritmo a bloque y no eliminó a ningún gran rival, pero tampoco permitió a nadie toserle.

Es una estrategia, un sistema y un estilo que martillea a sus rivales y éstos lo saben perfectamente desde el ya lejano 2012. Ni aun así son capaces de incomodarles cuando, por ejemplo, Froome tiene un problema mecánico en un momento complicado de etapa. Faltaban más de 80 kilómetros y tres puertos por ascender cuando el inglés pinchó y sus compañeros estaban controlando. Una avería que además fue en el tramo de tierra al coronar el inédito Plateau des Glières. Alguien podía haberse movido, pero nadie lo hizo.

El resto de etapa con final en Le Grand Bornard y un último ascenso a un coloso, aunque por su cara más amable, como es La Colombière, sólo vio acción por delante con Julian Alaphilippe triturando a sus compañeros de fuga y marchándose en solitario para conseguir la victoria de más prestigio de su carrera. Una acción que no supo leer a tiempo Ion Izagirre, quien se me movió demasiado tarde persiguiéndole.

Una victoria española, la última la consiguió el propio Izagirre en Morzine en 2016, hubiera roto la monotonía para el espectador y el miedo para sus rivales que infunde el equipo Sky. Pero ni por esas. El único consuelo es que Julian Alaphilippe ya es el nuevo Alejandro Valverde y, aunque sea francés, no deja de ser motivo de alegría.