Tour de Francia 2018: Apuntes para entender la bicefalia del Sky y por qué Geraint Thomas debe ganar

Alberto Contador y Andy Schleck tampoco se ponen de acuerdo en quién debe ser el líder del Team Sky en lo que queda de Tour de Francia 2018. Mientras el madrileño aseguraba en Eurosport que el equipo británico debía romper una lanza en favor del cuatro veces campeón de la ronda gala, ya que es su patrimonio y un ciclista que seguirá en la estructura mientras Thomas amenaza con cambiar de colores, el luxemburgués y gran rival generacional de Alberto en pasados tours aludió a un pequeño detalle que ha pasado desapercibido, pero que refleja quién es el verdadero jefe de filas.

Andy Schleck dijo que en el coche principal del Team Sky en carrera, la bici de Thomas es la que primero va colocada, es decir, en caso de avería o percance la que los mecánicos o auxiliares primero retirarían de la baca para que el galés no perdiera su posición. Un detalle, pero un detalle por y para el líder.

Mientras, en las filas internas del Team Sky se ha optado por un mensaje de felicidad y de amistad, pero que también esconde un trasfondo de jugar al despiste, especialmente si interpretamos otro detalle que Chris Froome deslizó en la conferencia de prensa de esta segunda jornada de descanso en Carcassone. ¿Habrá ataques o alguna sorpresa, tal vez un plan secreto en Pirineos? Su respuesta, un escueto “puede ser”, abre la posibilidad de que los hombres de Dave Brailsford rompan o rediseñen su propio tablero.

Aludir a una vieja amistad que conservan Froome y Thomas o al pasado común en el equipo Barloworld hace una década cuando los dos eran absolutos desconocidos y estaban a años luz de la élite del ciclismo está muy bien para rebajar tensiones, en caso de que existan. A decir verdad, el Team Sky y una mala decisión propia es el único factor por el que pueden perder esta carrera. No la perdieron en 2012 con Wiggins en una guerra abierta y llena de palabras y aspavientos. No la perdió Carlos Sastre en 2008 en las filas del CSC de, precisamente, los hermanos Schleck. No lo perdió Contador contra Armstrong en 2009 y tampoco lo perdieron, si echamos la vista atrás, LeMond e Hinault en 1986.

El problema de no perderlo lleva lógicamente implícito que una de esas dos cabezas de la bicefalia se queda sin ganarlo. Algo que parece no importar a un Froome quien ya afirmó que seguirá en activo alargando su carrera lo que haga falta -recién ha cumplido 33- y consciente de que corriendo en el Team Sky con todo el potencial a su servicio, no le será difícil igualar a Merckx, Anquetil, Hinault e Indurain con cinco coronas en París.

El Team Sky no lo dice, pero sabe que Geraint Thomas es el producto perfecto de su propia filosofía. Geraint Thomas, aunque corrió tres temporadas en el extinto Barloworld e incluso estuvo a prueba media temporada en el equipo español, también extinto, Saunier Duval, es el ejemplo de ese salto que Dave Brailsford y British Cycling hicieron posible desde su salto de la pista a la carretera en 2010.

Medallista olímpico de oro en persecución en Pekíon 2008 y Londres 2012, al margen de un extenso palmarés en pista. Pero también un ciclista capaz de ganar una gran clásica ante Peter Sagan como la E3 Harelbeke de 2015 o vueltas de prestigio como Dauphiné o París-Niza, entre otras. Sería el tercer británico que lleva el Team Sky a lo más alto en los Campos Elíseos, pero también el más puro de ese estilo y filosofía Sky. Wiggins fue fichado a golpe de talonario y costó convencerle y en cambio Froome nunca ha pisado el peralte de una pista.

Difícilmente el Team Sky deje pasar esta oportunidad de coronar su proyecto, que es como por ejemplo ganar una Champions League con siete canteranos en el once titular. Eso ya sucedió en 2009 y lo de Thomas, Pirineos mediante, también está cerca de suceder. Lo más democrático sería que ambos se jugaran todo por el todo en la contrarreloj final de Spelette.

Y si alguien se pregunta si en ese escenario de 31 kilómetros Froome sería capaz de recortarle 1:39 segundos, la única respuesta posible es: En condiciones normales, no.