Tour de Francia 2019: ¡Qué difícil es ganar! Sin victorias españolas pero con lecciones aprendidas

Mientras Vincenzo Nibali culminaba su escapada, del pelotón de favoritos saltó Mikel Landa. La realización de televisión se centró en la entrada triunfal del italiano y pasó por alto cómo Alejandro Valverde rebasaba a su propio compañero de equipo en la misma de meta. A partir de ahí, muchas preguntas pero pocas respuestas. El Movistar Team perdió su última oportunidad de ganar su segunda etapa en este Tour de Francia 2019 y que el ciclismo español no se quedara huérfano de triunfos en esta edición.

Al Movistar Team se le critica por encima de sus posibilidades y aún más por encima de las prestaciones que ofrecen en carrera. Pero la puesta en escena del final en Val Thorens bien merece preguntarse en voz alta qué fue lo que pasó exactamente. Marc Soler atacó desde lejos y ni Nairo Quintana, ni Valverde ni Landa secundaron ese movimiento o dieron un paso decidido para arropar al catalán o hacer que alguno de sus líderes se moviera y cazara a Nibali por delante.

Las fuerzas estaban justas -como para todos- y en ese grupo ya no había muchos más intereses de los rivales porque Bernal tenía ganado el Tour de Francia y Geraint Thomas el segundo puesto en la general amarrado, como Steven Kruijswijk su tercera plaza por el hundimiento previo de Julian Alaphilippe. ¿Entonces? Alguien falló, en conjunto o por separado pero lo cierto es que si el equipo español acaba el Tour de Francia 2019 como mejor situado en la clasificación por equipos, les ha faltado una victoria con Landa o Valverde para redondear ese premio. Ni rastro de la sensación de equipazo en el pasado Giro.

Alejandro Valverde vino para “ayudar” a sus líderes y se va con una noveno puesto en la general que no es mal botín, pero sí un resultado que viendo cómo ha ido día a día en carrera se queda escaso por tal vez no haberlo sacrificado por una victoria parcial vestido de campeón del mundo.

Movistar Team al margen, otros dos ciclistas españoles de los trece que tomaron la salida en Bruselas hace tres semanas, han tenido opciones reales de ganar. En realidad tres si metemos en este saco a Iván García Cortina, presente en una fuga y algún puesto en un esprint pero realmente muy lejos de ser el más rápido en una volata.

Pello Bilbao no pudo rematar sus dos triunfos el pasado Giro con una victoria de etapa en el Tour porque perdió un esprint final ante Simon Yates. Y Jesús Herrada, casi siempre presente en fugas y llegando a este Tour de Francia 2019 en el mejor momento de su carrera, no acabó de tener piernas en los momentos culminantes.

Son oportunidades perdidas que también reflejan lo realmente difícil que es lograr una victoria de etapa en la carrera más importante del mundo. Ion Izagirre ganó en 2016 y hasta el año pasado en Mende se rompió una larga e inusual sequía nacional gracias a Omar Fraile. Un año más el ciclismo patrio se va de vacío pero con varias lecciones aprendidas: Marc Soler irá a más y algún año luchará por la general. De Enric Mas puede decirse prácticamente lo mismo y ciclistas como los Fraile, Herrada o Bilbao, junto con los hermanos Izagirre o si el año que viene vuelve a disputar el Tour Mikel Nieve, van a seguir estando en la primera línea de la elite mundial.