Lo que realmente hay tras la foto de Pogacar en el tramo de Arenberg de la París-Roubaix: "Determinación y ética"

La foto de Tadej Pogacar en el pavés del tramo del Bosque de Arenberg apenas unas horas después de haber perdido el Tour de Flandes ante Mathieu Van der Poel pese a haber demostrado ser el corredor más fuerte de la carrera, hizo que se levantaran muchas especulaciones e ilusiones sobre su posible participación en la París-Roubaix del próximo domingo 17 de abril.

Pero el ciclista esloveno y parte de su equipo no fueron a hacer este reconocimiento para preparar el terreno ante un posible asalto al Infierno del Norte. O no de momento. La misión de Pogacar era inspeccionar esos tramos de adoquín de cara a la quinta etapa del próximo Tour de Francia entre Lille y Arenberg. Será una jornada donde se puede perder la carrera, ya que habrá 11 tramos adoquinados con casi 20 kilómetros sobre esta compleja superficie, cinco de ellos inéditos ya sea en el propio Tour o en la París-Roubaix. Y como dato aclaratorio, el Bosque de Arenberg que es donde el corredor tomó esta fotografía, no forma parte del recorrido de esa 5ª etapa del Tour.

En la foto de Pogacar llama la atención que aparece sonriente e ilusionado, pese a no haber podido ganar el Tour de Flandes. Llevó la iniciativa en toda la carrera, puso contra las cuerdas a Van der Poel pero lo perdió todo en el esprint final, donde fue cuarto y su mala decisión táctica esprintando le relegó al cuarto puesto tras Dylan Van Baarle y Valentin Madouas. Se quejó con aspavientos encima de la bici cruzando la meta, pero el cabreo le duró poco, ya que ni tan siquiera dejó declaraciones quejándose de sus rivales, de que supuestamente le cerraron el hueco en esa resolución o ni mucho menos hizo alusión a que fue más fuerte que el campeón Van der Poel.

La ambición del ciclista esloveno con apenas 23 años es seguir ganando grandes carreras y así lo ha demostrado este 2022 en Milán-San Remo y Flandes, atacando y siendo protagonista pese a no haber rozado la victoria. En unas horas cambió el chip, sin apenas descanso cogió la bici y transitó por ese pavés meses antes del Tour.

No participará, en principio, en la próxima París-Roubaix, pero demuestra su ética de trabajo, como destacó su preparador Íñigo San Millán. Así lo reconoció en su cuenta de Twitter: "Ayer compitiendo en RVV y hoy en el Tour de Francia calculando... La determinación y la ética de trabajo de este muchacho son asombrosas. La dedicación y el trabajo duro son indispensables para lograr grandes resultados".