El UAE de Pogacar: el 'equipo-estado' que tiene salud, dinero y al mejor

Si la pasada década, y como reflejó Richard Moore en su libro ‘Sky is the limit’ contando el éxito en el Tour de Francia del hoy equipo Ineos-Grenadiers, fue la del Sky, en lo que va de la actual Tadej Pogacar y el UAE Team Emirates dominan la principal carrera del mundo y algunas de las grandes clásicas del calendario. El éxito de la escuadra británica que irrumpió en el ciclismo de ruta procedente de los éxitos de la pista, primero para formar campeones y acto seguido para fichar a los mejores gregarios a golpe de talonario, se tradujo en las victorias de Wiggins en 2012, los cuatro de Froome y los posteriores de Geraint Thomas y Egan Bernal, sumando ocho coronaciones en nueve años en lo más alto de los Campos Elíseos. Una dinastía que parecía irrepetible.

Pues ese puesto en lo alto de esta élite corresponde hoy en día al UAE, seguido de cerca por el Jumbo-Visma de Primoz Roglic y un convenientemente renovado Ineos. Dos auténticos trenes que miran por debajo a Tadej Pogacar y a su equipo.

Pero, ¿cuál ha sido el camino que ha recorrido la estructura de Tadej Pogacar recogiendo los restos de un Lampre a la deriva hacia -si se permite aplicar este término futbolístico- un equipo-estado? La respuesta es fácil: encontrar un patrocinador adecuado dispuesto a invertir y seguir invirtiendo. Pogacar fue un acierto que vino después del dinero y que gracias a esos petrodólares ya está blindado casi de por vida y cada año mejor rodeado para extender su dominio.

Precisamente tras el último Tour de Froome en 2017, Giuseppe Saronni dejó unas declaraciones en la hemeroteca contra la hegemonía del Sky y que a febrero de 2022 bien podrían ir en su contra: “La gente espera horas por ver a ciclistas como Contador o Pantani, no a un equipo (refiriéndose al Sky) subiendo a 30 kilómetros por hora”, aseguraba el dos veces ganador del Giro de Italia en los ochenta. Actualmente ya no forma parte de la estructura, pero sí estuvo presente en esa transición hacia la riqueza.

Fue ese año cuando Emiratos empezó a meter la cabeza en el mundo del ciclismo, con una inversión cercana a los siete millones de euros. Una cantidad que evitó la desaparición del histórico Lampre italiano, estructura que gestionaban el propio Giuseppe Satonni, que continúa a día de hoy siendo el director general del equipo, y Mauro Gianetti. Tras un primer año de adaptación, llegarían las primeras estrellas a golpe de maletín, con los fichajes de Fabio Aru, que venía de ganar la Vuelta a España, Alexander Kristoff y Fernando Gaviria, dos de los mejores esprinters del pelotón, o Dan Martin, entre otros.

Aunque lo cierto es que el mayor acierto del UAE no viene ligado, en su mayor parte, al dinero. En 2018, un tal Tadej Pogacar, de tan sólo 19 años, lograba la victoria en el Tour del Porvenir y allí estaba Joxean Fernández “Matxín”, en su condición de cazatalentos, para echarle primero el ojo y luego la caña. Sin saberlo, el manager del equipo emiratí acababa de firmar a un doble campeón del Tour de Francia en sus dos primeras participaciones en la 'Grand Boucle'. Y lo que queda. Porque el esoveno es ahora mismo un corredor imbatible en vueltas por etapas y está llamado a marcar una era en este deporte como hicieron en otros tiempos los Miguel Indurain, Bernard Hinault o el mismísimo Eddy Merckx, del que se dice tener después de tantos años su heredero particular en el esloveno.

Tal fue su irrupción y consolidación en la élite, que el UAE, ahora sí haciendo uso de su condición económica, blindó a la que ya es la gran estrella del pelotón mundial con un contrato que reventó el mercado. El esloveno amplió su vinculación por seis años más, hasta 2027, a razón de 36 millones de euros, para firmar el primer gran contrato multianual que se recuerda en el mundo del ciclismo. Unas cifras propias de otro deporte y que hacen a Pogacar, con 6 millones al año, el ciclista mejor pagado por delante de los 5,5 millones de todo un cuatro veces ganador del Tour como Chris Froome y los de un tricampeón del mundo como Peter Sagan. Mucho más lejos quedan los 3,5 kilos de Geraint Thomas, los 2,8 de Egan Bernal y los 2,5 de Michal Kwiatkowski, todos ellos del Ineos, o los 2,3 de Julian Alaphilippe, actual portador del maillot arcoíris. El número uno de UAE percibe el triple que su compatriota y gran rival, Primoz Roglic.

El UAE ha rodeado a su joya de la corona con un auténtico equipazo. La temporada pasada fueron los Marc Hirschi, Matteo Trentin, Rafal Majka y Brandon McNulty los que arroparon a un ciclista que a sus 22 años iba a levantar su segundo Tour de Francia consecutivo. Por si fuese poco todavía, este año han llegado figuras espectaculares como Joao Almeida, que se presenta como líder sólido para el objetivo de ganar también el Giro de Italia, Marc Soler o George Bennett. El UAE, que con 34 millones -el doble por ejemplo que Movistar- cuenta con el segundo mayor presupuesto del pelotón, sólo superado por los 50 millones de Ineos, se sigue consolidando como uno de los equipos referentes del World Tour, junto a la propia estructura británica y el Jumbo Visma, que cuenta por su parte con 30 millones de presupuesto.

Unos números que recuerdan a la manera en la que se instalaron los petrodólares en el mundo del fútbol, con equipos como Manchester City o PSG. Una comparación que no va para nada mal encaminada. Y es que detrás del éxito del UAE se encuentra Mansour Bin Zayed, miembro de la familia real gobernante en Abu Dhabi y también propietario del mencionado Manchester City, New York City o Melbourne City, entre otros. Además el principal espónsor del equipo emiratí es Fly Emirates, patrocinador del Real Madrid. Y es que los Emiratos Árabes decidieron volcarse de lleno en el ciclismo, ya no sólo con un equipo ciclista, sino también con la celebración del UAE Tour, carrera que desde hace cuatro años estrena el calendario UCI WorldTour y en la que Pogacar, un ciclista que prácticamente engloba a un estado además de llevar con orgullo su bandera eslovena, va camino de revalidar su victoria del año pasado. Luego, en escenarios más importantes y mejor rodeado imposible, seguirá corriendo contra la historia para, probablemente, acabar su carrera siendo el mejor o al menos uno de los más grandes.