Daniel Martin gana y es líder tras un etapón en Port Ainé

En esta Volta sólo se hablaba del poderío del Sky. Al principio de Gianni Meersman. Cuando llego la montaña de Bradley Wiggins. De Nairo Quintana y Alejandro Valverde (también Joaquim Rodríguez) y de cómo batieron al inglés y a su equipo en Vallter 2000. De Daniel Martin, un irlandés que corre en el equipo Garmin, que vive en Girona, que habla un perfecto catalán y que también lo intentó el martes, sólo hablaba su director Jonathan Vaughters en su eminente cuenta de Twitter.

Tampoco es habitual ver fuera de Giro de Italia o Tour de Francia una etapa de montaña de 220 kilómetros, de hasta cinco puertos puntuables, y con un final en alto, Port Ainé, que casi alcanza los 2.000 metros de altitud. En este impecable escenario Alejandro Valverde (Movistar) tenía que defender su escueto liderato sobre Bradley Wiggins (Sky) y Joaquim Rodríguez (Katusha). Entre estos tres se iban a jugar la general de la ronda catalana. Pero el líder se cayó y tuvo que abandonar y el desenlace fue otro. Incluso inesperado.

Alejandro Valverde y su compañero italiano Eros Capecchi se fueron al suelo y las magulladuras y un pequeño corte en la pierna del murciano obligaban a tomar precauciones ante el calendario que viene, clásicas de las Ardenas, y del que Valverde es más que posible ganador.

La fuga tardó en formarse. Pero acabó haciéndose con hasta 23 hombres y con nombres importantes entre ellos. Los equipos de los favoritos, Movistar, Sky y Katusha, metieron peones en el corte e incluso el Lampre-Merida, con el polaco Niemec y el italiano Scarponi con opciones en la general hizo lo propio. Los holandeses de blanco también tenían a contrastados escaladores como Steven Kruijswkijk y un cada año mejor Lauren Ten Dam. E incluso Garmin coló al vigente campeón del Giro, Ryder Hesjedal, y a Daniel Martin, ese notable escalador irlandés que vive en Girona y habla un catalán casi perfecto.

Esos veintitantos se deshicieron en el alto del Cantó y desde los últimos 15 kilómetros de ascensión hasta la estación de esquí de Port Ainé hubo intentos de todo tipo. Algunos ilustres como los de Jurgen Van den Broeck (Lotto) y Robert Gesink (Blanco) ese belga y ese holandés, respectivamente, que no acaban de subir al primer escalón de los claros aspirantes a grandes vueltas. Se fueron solos y por delante solo Daniel Martin y el superviviente de la fuga de Movistar, José Herrada, sobrevivían en cabeza.

Wiggins perdió a David López, su antepenúltima punta en la fila habitual del Sky y se quedó tirando del pelotón de favoritos junto al colombiano Rigoberto Uran. Los kilómetros pasaban lentos para todos, menos para Daniel Martin. El irlandés que, gusta repetirlo, vive en Girona y habla un catalán casi perfecto seguía en solitario y ya se veía ganador de etapa.

Entonces, Nairo Quintana, decidió probar desde lejos porque sin Valverde él podía intentarlo con libertad y el liderato de la Volta no le quedaba tan lejos. Llegó a abrir hueco en la zona más dura del puerto. Hasta que a poco menos de tres kilómetros Joaquim 'Purito' Rodríguez también lo intentó en solitario, quitando de en medio previamente incluso a Wiggins y Uran.

Entró Martin en meta y el último esfuerzo de Purito no fue suficiente para que el catalán se vistiera de líder en casa. Quintana entró tras él y a unos segundos, como en Vallter 2000, un de nuevo derrotado Bradley Wiggins. Ese irlandés que vive en Girona y habla un catalán casi perfecto tiene diez segundos para defender, en las tres etapas que restan y ya sin alta montaña, esa diferencia y, por fin, ganar la Volta a Cataluña. Casi como en casa.