Wiggins sobre Sky: "Este año va a ser muy diferente"

Bradley Wiggins no ha tenido un comienzo de temporada tan exitoso como hace 365 días. A estas alturas, ya había ganado la París-Niza a golpe de exhibición y, aunque también estuvo presente en la Volta a Catalunya, se bajó de la bici como medio pelotón por culpa de la nieve camino de Port Ainé. Un año después, y tras haber ido simplemente a acumular kilómetros al Tour de Oman y haberse preparado previamente algunas jornadas de la Challenge de Mallorca, ha vuelto a la ronda catalana a medir su preparación.

Una preparación centrada en su gran objetivo de esta temporada: ganar el Giro de Italia y llegar también en plena forma para intentar repetir victoria en el Tour de Francia o, en su defecto, ayudar a hacerlo por primera vez a su compañero de equipo Chris Froome.

"El plan es Giro-Tour y poder ponerme en forma entre ambas competiciones para que aún pueda hacerlo bien en el Tour. Y ése es el reto, al igual que ocurrió con los Juegos Olímpicos y el Tour. En realidad, es el mismo proceso", dice el ciclista británico.

En ese Giro de Italia tendrá como rival principal al italiano de Astana y reciente ganador de la Tirreno-Adriatico Vincenzo Nibali. Preguntado por cómo le ve, igual que al resto de sus principales rivales, Wiggins no parece estar del todo preocupado: "Sinceramente, no presto mucha atención a eso. Para mí, no es ninguna sorpresa ver a todos compitiendo. Por ejemplo, Nibali ganó la Tirreno. Todos parece que estén en el buen camino de conseguir lo que están intentando conseguir. Quizá la mayor sorpresa fuera él (refiriéndose a Nibali), con lo cual, la gente piensa que puede ir en cabeza o que tiene posibilidades. Para mi no ha sido ninguna sorpresa".

Sobre cómo va a plantear su gran objetivo de la temporada desde el próximo 4 de mayo en Nápoles, asegura que no solo las etapas contrarreloj serán importantes: "El Giro, al igual que el Tour, dura tres semanas. Ahora bien, la contrarreloj es un día importante, como cualquier otra etapa. No se trata de no preocuparse porque sea una contrarreloj y ya está. Si pierdes dos minutos en la contrarreloj, por supuesto que es bastante importante. En realidad, es como otra etapa cualquiera. Se ha de intentar cada día como si fuera el último. Así es como yo lo hago. Lo mismo pasa con la contrarreloj. No tiene sentido sacar tres minutos en la contrarreloj y perder seis en otra etapa. Por tanto, todas las etapas cuentan".

Respecto al equipo que le acompañará tanto en la ronda italiana como en el Tour de Francia, el líder del Sky vaticina cambios respecto a los otro ocho ciclistas y al equipo que arrasó en 2012: "Creo que va a ser muy diferente. Hay muchos ciclistas nuevos. Estará Christian (Knees) del equipo del Tour del año pasado, pero quizá no esté en el Giro. Habrá directores diferentes. Sean (Yates) ya no está. Sí, hay novedades. Es un proceso de aprendizaje para todo el mundo, porque Sean (Yates) era prácticamente irremplazable. Por lo tanto, todos estamos intentando ponernos al día con la manera que tenía de hacer las cosas. Me refiero a la información, a la experiencia y a todo. Para mí, ha sido bastante difícil porque confiaba mucho en él. Se trata de hacerlo lo mejor posible".