Froome: “Habría sido diferente conmigo y Contador en la montaña”

Lo cierto es que Nibali no ha tenido rivales a su altura, con cuatro victorias de etapa (Sheffield, La Planche des Belles Filles, Chamrousse y Hautacam) y con casi ocho minutos sobre su inmediato perseguidor, Jean-Christophe Péraud. “Pienso que Nibali sin duda se merece la victoria este año -destaca Froome en una entrevista en NBC Sports- pero sí creo que habría sido una carrera diferente si Alberto y yo hubiéramos estado compitiendo en la montaña”.

El líder del Sky sufrió una dura caída en la cuarta etapa y dos más en la quinta del pavés que le impidieron seguir en carrera. De hecho, se recupera de pequeñas fracturas en los huesos de la muñeca izquierda y de la mano derecha. “Ha sido difícil para mí ver la carrera. Nibali ha sido relativamente indiscutible en la montaña, no ha tenido rivales que le atacaron y no ha sido una lucha mano a mano por el maillot amarillo”, confirma. “Es triste para una carrera como el Tour de Francia. Me hubiera gustado haber estado allí con él. Pero él sobrevivió, se quedó de pie, y se merece ganar”, concluye el ganador del Tour 2013.

Ahora entrena para volver en la Vuelta a España y en los próximos días ultimará su preparación en Napa Valley en California. “Froome va a estar en la Vuelta, es seguro. Sigue su recuperación y va a dar el máximo para estar a punto, así que estará si no se complica mucho”, apuntó desde el Tour el mánager del Team Sky Dave Brailsford. Para el británico será su tercera participación en la ronda española, después de ser segundo en 2011, por detrás de Juanjo Cobo, y cuarto en 2012, con Contador, Valverde y Purito Rodríguez en el podio.

Froome lleva un 2014 aciago. Comenzó como el año pasado, con victoria en el Tour de Omán, pero pronto llegaron los reveses: problemas en la espalda le hicieron renunciar a la Tirreno-Adriático. El británico regresó en la Volta a Catalunya, y fue sexto, por detrás de Joaquim Rodríguez, Contador, Van Garderen y Quintana. De nuevo, tuvo que renunciar a la Lieja por una infección pulmonar aunque dos días después salió y ganó el Tour de Romandía. En su último test antes del Tour, en el Dauphiné, se exhibió en las dos primeras etapas al batir a Contador; sin embargo, una caída le mermó, un preludio de lo que le ocurrió en el Tour.

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