Otra hazaña de Alonso

El GP de Bahrein no está dando tregua alguna a los pilotos, y la calificación no podía ser menos. Desde el primer minuto de la Q1 hasta el final de la Q3 pasaron cosas, algunas bastantes previsibles, y muchas otras más que sorprendentes. La palma se la llevó Michael Schumacher, que se quedó fuera en la Q3 tras una gran vuelta de Heikki Kovalainen, que llevó al Caterham a la primera Q2 de su historia. Según Mercedes, un fallo en el vehículo impidió salir otra vez al heptacampeón.

Junto a 'Schumi' se quedaron fuera Jean-Eric Vergné, Vitaly Petrov, los dos Marussia y los dos HRT; pero De la Rosa logró un fantástico resultado al imponerse a Timo Glock para superar por primera vez a un Marussia. Para colmo, la penalización de cinco puestos a Pastor Maldonado por sustituir la caja de cambios le permitió avanzar una posición más, saliendo el 21º.

Con la llegada de la Q2 comenzaba el sorteo de la lotería del GP de Bahrein. Solamente los Red Bull, los McLaren y el Mercedes de Rosberg parecían poder tomárselo con relativa tranquilidad. El resto de los pilotos se veían obligados a apurar cada frenada y recortar cada curva para arañar un par de décimas, que podían marcar la diferencia en meterse en la Q3 o acabar 15º.

En Ferrari se temían lo peor cuando ondeó la bandera a cuadros con Alonso 13º, pero el español volvió a demostrar porqué es bicampeón del mundo de la F1 con una vuelta estratosférica que le llevó a la quinta posición y le puso de lleno en la tanda final, mientras Felipe Massa se quedaba 14º. La gran sorpresa fue la eliminación de Raikkonen, que partirá desde la 11ª plaza.

Se presentaba una Q3 extraña, con solo dos escuderías -McLaren y Red Bull- doblemente representadas. Entre ambas y el Mercedes de Rosberg, parecía evidente que los otros cinco pilotos deberían conformarse con pelear la sexta plaza. En esa batalla, Ricciardo se impuso a Grosjean y a 'Checo' Pérez, mientras Alonso observaba los acontecimientos desde el garaje de Ferrari, de donde no se movería.

La táctica era evidente. Al no disponer de neumáticos blandos nuevos para hacer una vuelta en condiciones, no merecía la pena sacrificar unas gomas que vendrán muy bien en carrera, donde la abrasión del asfalto puede ser clave, por buscar ganar un par de posiciones. Al no salir Di Resta tampoco, Alonso firmaba la novena posición en parrilla, encomendando su suerte a la estrategia.

La primera lección de Alonso fue en Q2, haciendo gala de un pilotaje excelso para disimular (una vez más) las carencias de su monoplaza. La segunda, no obcecarse en buscar una posición mejor de salida para jugárselo todo a la carta de la carrera, que es donde se dan los puntos en esto de la F1. Por delante, Vettel levantó su dedo por primera vez en 2012. Hamilton le acompañará en primera fila con Webber y Button detrás. Decepcionó Rosberg, que solo pudo ser quinto y saldrá al lado de Ricciardo.