Alonso, ocho años

24 agosto de 2003. Aquella fecha fue histórica para el automovilismo español, ya que fue la primera vez que alguien de nuestro país subió a lo más alto del cajón de un podio de la Fórmula 1. Hungría fue testigo de ello.

Fernando Alonso, que también marcó la pole en la calificación de aquel Gran Premio disputado sobre el asfalto de Hungaroring, completó una carrera perfecta venciendo por delante del McLaren de Kimi Raikkonen y el Williams de Juan Pablo Montoya.

Con esa victoria, el asturiano se convirtió en el más joven de la historia en ganar un Gran Premio, con sólo 22 años y 26 días. Posteriormente fue superada su marca por Sebastian Vettel en 2008, pero en aquel momento pulverizó todos los récords.

Ya en marzo de 2003, Alonso se había convertido en el piloto más joven en lograr una pole position y un podio en Fórmula 1, con sólo 21 años, en el Gran Premio de Malasia, a pesar de estar con fiebre durante el fin de semana. Aquel año también será recordado por el grave accidente del asturiano en el Gran Premio de Brasil de 2003, donde también finalizó en tercera posición.

Cuentan que Alonso viajó en agosto a Hungría después de haber confesado a su abuela, su convencimiento de que iba a ser ganador. "Abuela, no se lo digas a nadie, pero este fin de semana gano yo".

A partir de aquella carrera, comenzó a crecer la leyenda del español hasta convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia, con dos títulos mundiales. Además, la carrera de Hungría 2003 nos dejó una anécdota para la posteridad. Alonso dobló a Michael Schumacher, que ya era una hegemonía en la Fórmula 1, con siete campeonatos a sus espaldas.

Precisamente, el expiloto de Ferrari cumple este fin de semana 20 años de su debut en la Fórmula 1, que se produjo en Spa-Francorchamps, carrera en la cual se vio forzado a abandonar en la segunda curva del circuito tras romper el embrague de su Jordan.