Se desahogó por radio

Alonso estaba a la caza de un posible podio pero terminó tirando la toalla a dos vueltas para la conclusión del GP de Corea. La rendición se oyó en los televisores de todo el mundo. Fue en inglés y Alonso desistía, quizá por primera vez en su carrera, de lograr un objetivo. "Me rindo chicos, me rindo".

"Llevaba 22 vueltas a ritmo de calificación tratando de pillar a los de delante y cuando me dijeron por radio que quedaban sólo dos vueltas, viendo que casi me doy contra un muro, dije 'O.K., no puedo chicos, ha sido suficiente por hoy'", confesó el español al ser cuestionado por sus palabras al término de la carrera.

En los anteriores 21 giros el equipo italiano había estado empujando al asturiano en pos de alcanzar a sus rivales para conseguir un lugar en el podio. Algo que parecía factible ya que Alonso tenía unas ruedas cinco vueltas más nuevas, pero que se convirtió en algo imposible a la postre, a pesar de los esfuerzos inhumanos de Alonso por conseguirlo.

El objetivo ahora de Fernando y Ferrari es ir haciendo probaturas de cara al monoplaza revolucionario del año próximo. Un ejemplo fue el nuevo alerón visto en Corea.

"Lo que probamos no se ve en los tiempos porque puede no irle a este coche, pero sí a la máquina del año que viene, que tiene un concepto distinto. Al nuevo alerón le hemos hecho 300 kilómetros, más los entrenamientos, que son muchos datos buenos que en febrero del año que viene no tendríamos tiempo de coger. Si pudiera ganar una décima con todo lo que pruebo, firmaría el quinto puesto de hoy", sentenciaba el piloto asturiano.