Fórmula 1 Corea Vettel Alonso

A cinco carreras para el final puede decirse que el Mundial 2013 está visto para sentencia. Y es que Vettel volvió a arrasar en Corea y en el circuito de Yeongam los milagros de Alonso se tomaron un respiro, donde terminó sexto y gracias.

Vettel calcó la táctica que tan buen resultado le ha dado en estos años de reinado en la Fórmula 1. El alemán volvió a salir primero de la primera curva y justo desde ahí empezó a perder de vista a sus rivales por los retrovisores. Solo tras el primer cambio de neumáticos, que lo hizo dos vueltas después que sus inmediatos perseguidores, y la salida del 'safety car' hicieron que la carrera se reagruparse y los rivales del tricampeón volvieran a tenerle en el punto de mira.

Pero fue un espejismo. Vettel volvió a apretar y a jugar con ellos, escapándose, aunque no de manera tan insultante como en el pasado Gran Premio de Singapur. Y es que al final de la carrera solo le separaron de Kimi Raikkonen y de Romain Grosjean, segundo y tercero, respectivamente, cinco segundos.

Vettel se adjudicó una nueva victoria, la octava de la temporada y podría proclamarse tetracampeón del mundo en el próximo Gran Premio de Japón. Para ello, Sebastian necesita ganar y que Alonso quede noveno o peor en Suzuka.

Por su parte, Fernando Alonso tuvo una carrera difícil, algo para lo que estaba mentalizado desde que se subió en el Ferrari el viernes. El asturiano perdió una posición en la primera vuelta, algo que no había pasado nunca en las trece carreras anteriores. El español tuvo que irse fuera de la pista para evitar un toque con un Massa que llegó por detrás fuera de control. Hulkenberg lo aprovechó y adelantó al bicampeón español.

Ahí comenzó el 'calvario' de Alonso, que fue perdiendo terreno con los de cabeza y empezó a ver más la forma de defenderse de los que venían por detrás. Raikkonen le adelantó sin problemas. Fue entonces cuando en la vuelta 10 entró a cambiar neumáticos y le devolvió el adelantamiento al finés y se aproximó a Hulkenberg, pero, pese a intentarlo, no pudo en ningún momento con un Sauber que también lleva motor Ferrari.

La carrera se estabilizó hasta el segundo paso por boxes. Alonso salió esta vez mal parado ya que no solo no pudo pasar a Hulkenberg sino que fue adelantado por Webber en la pista y por Raikkoen en los boxes. La única buena noticia fue que pudo pasar a Rosberg, cuyo alerón delantero se descolgó y arruinó la carrera del alemán.

El esperado vuelco llegó en la vuelta 32 y no por el famoso tifón que amenaza con descargar sobre el circuito de Yeongam. Un reventón en el neumático delantero derecho de Sergio Pérez obligó a sacar el coche de seguridad y a reagrupar la carrera. No se había completado ni una sola vuelta cuando dirección de carrera tuvo que sacar de nuevo el coche de seguridad. Sutil se llevó por delante a Webber y el Red Bull del australiano salió ardiendo.

Tras relanzarse de nuevo la carrera, los tres de cabeza (Vettel y los dos Lotus) se escaparon y la batalla estuvo más en la cuarta plaza. Hulkenberg consiguió pasar a Hamilton, pero pronto se quedó sin gomas y tuvo que defenderse de los ataques del inglés y también de un Alonso que a la desesperada buscaba el consuelo de la cuarta plaza.

Hulkenberg se acabó llevando la batalla moral y firmó su mejor resultado de la temporada, dejando a Hamilton en la quinta plaza y a Alonso en la sexta. Séptimo fue Rosberg, octavo Button, noveno Massa y décimo terminó el otro McLaren, el de Checo Pérez.