Perfil; Nikita Mazepin, el Kyrgios de la Fórmula 1: Cero carreras y varios problemas

Actualizado 23/01/2021 a las 11:54 GMT

Nikita Mazepin ya ha generado una crisis en la escudería Haas antes incluso de participar en su primer GP en la Fórmula 1. Promocionado como nuevo piloto para el Mundial 2021, este piloto hijo de un multimillonario ruso, ya ha destacado por los motivos equivocados. Hasta tal punto ha llegado que ya se empieza a pedir su destitución antes de empezar la temporada.

Nikita Mazepin of Russia and Hitech Grand Prix following practice ahead of the Formula 2 Championship at Mugello Circuit on September 11, 2020 in Scarperia, Italy

Fuente de la imagen: Getty Images

Es uno de los recién llegados, su nombre no es Schumacher, pero cualquier que esté directa o indirectamente interesado en la Fórmula 1 ya ha oído hablar de él. Nikita Mazepin sobresale: a sus 21 años, y si bien nunca ha competido en un Gran Premio en la élite, el ruso ha alcanzado un nivel de impopularidad que ningún otro miembro de la categoría había conocido antes que él.

Durante el pasado mes de diciembre, Mazepin se estaba grabando a sí mismo en la parte delantera de un automóvil de lujo, volviéndose hacia una mujer sentada en la parte de atrás para tocar sus pechos, presuntamente sin su consentimiento. El vídeo, que él mismo publicó en sus redes sociales, provocó rápidamente un escándalo. Hacía sólo una semana que Haas había anunciado su ascenso a la Fórmula 1.

Dada la polémica, el equipo estadounidense publicó un comunicado en el que indica que "no aprueba el comportamiento de NIkita Mazepin en el vídeo publicado recientemente en sus redes sociales. El simple hecho de que un vídeo así se haya publicado en línea es aborrecible". El piloto se disculpó por su "reciente comportamiento, porque estos gestos son inapropiados", y lamentó "haber avergonzado a la escudería Haas". Sin embargo, Mazepin se abstuvo de pedir públicamente perdón a la joven a la que había ofendido.

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Ella también se expresó en Instagram, asegurando que "nada era en serio en este vídeo" y que era "una forma tonta de bromear entre ellos". "Nikita es una persona realmente buena y nunca haría nada para dañarme o humillarme", dijo. Sin embargo, varios usuarios de la red social revelaron que el piloto y la joven no se seguían siquiera en las redes sociales antes de que estallara el escándalo. ¿La habían presionado? La hipótesis quedó en suspenso.

Su padre, cercano a Vladímir Putin

Los rumores de una destitución exprés del joven ruso se disiparon en quince días. Justo antes de Navidad, Haas emitió una nueva declaración sobre el asunto: "Este tema ya se ha tratado internamente. No se harán más comentarios". La escudería no necesitaba decir más de todos modos. En los últimos meses había intentado, con mayor o menor torpeza, levantar el tabú de los pilotos que pagan por estar en la Fórmula 1.

Günther Steiner, el director del equipo, ya lo había hecho de forma directa, recordando que Stroll, pero también Russell o el mismo Lauda, todos se beneficiaron de un importante apoyo económico para llegar a la élite del automovilismo. No obstante, Mazepin no es un simple piloto que paga por su asiento. También es hijo de un multimillonario, por supuesto, pero de uno cualquiera: Dimitri Mazepin, oligarca ruso y cercano a Vladímir Putin.

Force India driver Nikita Mazepin, URALCHEM Board Chairman Dmitry Mazepin, VTB Management Board President and Chairman Andrei Kostin, Russia's Deputy Prime Minister Dmitry Kozak, and President Vladimir Putin (L-R) attend the 2018 Formula One Russian Grand

Fuente de la imagen: Getty Images

El padre de Mazepin financia la carrera de su hijo gracias al patrocinio de dos empresas que dirige: Uralchem, fabricante de fertilizantes minerales, y Uralkali, especializada en la venta de minerales. Gracias a sus millones, el joven Nikita ha podido participar en todos los campeonatos que ha querido, de cualquier escalón. Acaba de conseguir su superlicencia, imprescindible para instalarse en el microcosmos de la Fórmula 1. Así fue como el ruso, sin títulos en las categorías inferiores, ha sabido hacerse un hueco en la parrilla junto a los mejores pilotos del mundo.

Más escándalos que podios

Hasta ahora, Mazepin ha protagonizado más polémicas que podios. En 2016, durante una prueba del Campeonato de Europa de Fórmula 3, le dio un puñetazo en la cara a Callum Ilott, ahora en la Academia de Ferrari. Sancionado en numerosas ocasioens por su comportamiento peligroso en a pista, también ha ocupado los titulares por su actividad en redes sociales. Siempre por malas razones.

Una de las más recientes fue un "me gusta" a un comentario de carácter racista dirigido a Yuki Tsunoda, uno de los pilotos a los que ha empujado a la grava de los circuitos, o escribiendo en un directo de George Russell para desvelar "un secreto sobre ti que algunos podrían considerar una salida del armario". Demasiado para el currículum.

Race winner Nikita Mazepin of Russia and Hitech Grand Prix celebrates in parc ferme during the Formula 2 Championship Feature Race at Mugello Circuit on September 12, 2020 in Scarperia, Italy.

Fuente de la imagen: Getty Images

#MAZEPINOUT

Este comportamiento habría avergonzado a cualquier equipo, pero Haas, que estuvo al borde de la quiebra financiera durante varios meses, no tenía otra opción, incluso si sus directivos intentaban calmar las aguas. "Si algo similar ocurre de nuevo, habrá consecuencias", escribió Günther Steiner en una publicación en The Race. "Tenemos que poner en marcha medidas que ayudarán a mejorar y hacerlo mejor, para que no vuelvan a cometer los mismos errores". ¿Es este el motivo por el que la cuenta de Twitter de Mazepin se vació de todos sus tuits? Y si volviera a hacerlo, ¿qué ocurriría?

El apoyo de las empresas del multimillonario ruso, que permitiría al equipo recaudar entre 15 y 20 millones de euros adicionales por temporada, es vital. En el entorno actual, Haas simplemente no podría sobrevivir de forma sostenible sin este aporte, incluso si algunos patrocionadores de Haas en la NASCAR no aceptaran que la imagen de la escudería estadounidense se viera empañada por ciertos comportamientos del joven piloto. Esta es la prueba de que el espinoso caso Mazepin va más allá de la simple relación entre un equipo y su conductor.

La FIA, al igual que los promotores de la categoría, torció el gesto. En los últimos meses, la Fórmula 1 ha estado particularmente comprometida con la lucha contra todas las formas de discriminación gracias a sus superestrellas, Lewis Hamilton y Mercedes, bajo el lema We Race as One (corremos como uno solo).

En las redes sociales, muchos aficionados han subrayado la hipocresía de los jefes de la categoría y han hecho populares los hashtags #MazepinOut y #WeDontWantMazepin (Mazepin Fuera y No Queremos a Mazepin, respectivamente). Incluso se ha lanzado una petición que ha recogido cerca de 50 000 firmas. En la escala de la Fórmula 1 no deja de ser un epifenómeno que no debería hacer temblar al hijo de uno de los hombres más poderosos de Rusia.

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