Tommy Lee Jones: un Oscar para el mejor partido de la historia del Football universitario americano

Tom Lee Jones nació en San Saba, Texas, en 1946, aunque se crió en San Antonio, muy cerca de la frontera con Méjico, por lo que habla un fluido español, como se comprobó años atrás en el Festival de San Sebastián. Su padre trabajaba en un campo petrolífero tejano mientras que su madre ejerció de profesora y de oficial de policía. Buen estudiante, compañero de Instituto de la ex Primera Dama estadounidense, Laura Bush, consiguió beca para completar su formación académica en la prestigiosa y elitista Universidad de Harvard, donde compartió habitación con el futuro ex Vicepresidente norteamericano, Al Gore, con quien sigue manteniendo una estrecha amistad. Fue aquí, con los Crimson (apodo de los estudiantes de Harvard) donde este tejano comenzó a destacar como freshman en el equipo de Football de la Universidad.

La rivalidad entre Harvard y Yale en el fútbol universitario americano es legendaria. Un frío día de noviembre de 1968 se enfrentaban en el Harvard Stadium de Boston los Bulldogs de Yale y los Crimson del mítico coach, Jon Yovicin. Los dos equipos llegaban a la gran cita con una racha magnífica de victorias lo que, sumado al pique tradicional entre ambos, presagiaba un choque con chispas. Y saltaron. A falta de 42 segundos para el final, los Bulldogs ganaban con una cómoda ventaja de 13 puntos cuando se produjo una de las remontadas más destacadas en la historia de la Liga Universitaria. Harvard empató el partido a 29, otorgando el triunfo a la Universidad de Tommy Lee Jones, línea ofensivo titular del equipo. La hazaña fue tan señalada que sirvió de inspiración muchos años después al director estadounidense, Kevin Rafferty, autor de Harvard Beats Yale 29-29, recreando el llamado The Game, el considerado hasta el día de hoy como el mejor partido universitario de todos los tiempos.

Cuando Tommy Lee Jones se graduó en Inglés en 1969, se planteó muy seriamente continuar con su carrera deportiva. Por fortuna o por desgracia, nunca se sabrá, el tejano arriesgó a todo o nada emprendiendo viaje a Nueva York. Y ganó: en tan solo 10 días consiguió su primer papel, en A Patriot for me, gracias a su acento sureño y a su particular cadencia al hablar. El punto de inflexión en su carrera fue la icónica Love Story en la que, curiosidades del destino, interpretó a un estudiante de Harvard.

Desde entonces, la longeva carrera de Tommy Lee Jones fue imparable, con taquillazos como Asesinos natos, con Oliver Stone; la saga Men in Black, junto a Will Smith; Space Cowboys, dirigida por Clint Eastwood; No es país para viejos, en la consolidación de Javier Bardem en el mercado americano; Batman Forever, con el problemático Jim Carrey, a quien acabó agarrando del pescuezo, harto ya de sus excentricidades, para decirle que no le aguantaba un minuto más; o el drama Reglas de Compromiso, junto a uno de los actores que más ha respetado en su carrera, Samuel L. Jackson.

Tommy Lee Jones cuenta con un Oscar de la Academia en 1993 como actor de reparto en El Fugitivo (fue una de las grandes sorpresas en la historia de este premio ya que se daba por hecho que Ralph Fiennes se iba a llevar la estatuilla por su brillante interpretación de comandante nazi en la Lista de Schindler) además de tres nominaciones más, por Lincoln, El Valle de Elah y JFK, caso Abierto. También ganó un Globo de Oro y dos premios del Sindicato de Actores. Como curiosidad, Jones está casado en terceras nupcias con la fotógrafa, Dawn Laurel, uno de los matrimonios más duraderos de Hollywood y tiene dos hijos, ambos con su segunda pareja, Kimberlea Cloughley. Su fama internacional es tal que en Japón es casi más popular que en los Estados Unidos, siendo protagonista de numerosos anuncios de publicidad, en especial del típico café en lata nipón, Suntory Boss Coffee.