Blog Julio García Mera: Tumba al animal que llevas dentro

En ocasiones, el deporte abandona al profesional de manera paulatina, sigilosa, casi sin hacer ruido. Y de cuando en cuando lo hace de manera imprevista, brutal y salvaje. Pero en ambos casos es el deporte el que te deja tirado, ahí, sin entender qué está sucediendo a tu alrededor. Tú, que hasta ahora eras alguien poderoso y que habías tocado la gloria en ese mundo paralelo a la realidad, de repente, te quedas sin saber qué hacer y cómo actuar. Tú, que hasta ahora tenías todo bajo control, pasas de ser un experto deportista a un novato en el competitivo mundo laboral. De veterano a bebé, de bicicleta a triciclo.

El deportista no se retira; al deportista le retiran: le retiran las lesiones, le retira el cansancio, le retira la rutina, le retira la mala suerte, le retira el tiempo… Y tiene que estar preparado para afrontar esta verdad que, tarde o temprano, nos llega a todos. Si sabe afrontarla, superará otro reto más fuera del deporte. Si sigue empecinado en seguir siendo lo que fue, no pasará de ser un viejo elefante que se encamina, sin saberlo, al cementerio de los paquidermos.

El deporte es un bicho que te pica en la infancia y te hace suyo el resto de la vida. Para dar el paso definitivo hay que mirar al bicho a los ojos: con decisión y voluntad de hierro. Sin titubeos. Porque el bicho te come, te devora por dentro, te recuerda constantemente que eres deportista y que te debes a él. Él te ha hecho como eres. Y tienes que pagar tributo el resto de tus días. Por eso cuando el deporte te abandona, tienes que tumbar al animal que llevas dentro.