LNFS, Barcelona Lassa-Osasuna Magna: Eseverri, la fuente de la eterna juventud (3-3)

1-0 4' Adolfo. 1-1 14' Joselito (pp). 2-1 18' Ferrao. 3-1 21' Joselito. 3-2 21' Araça. 3-3 38' Eseverri

Joselito: Es el jugador diferente. Tiene magia en sus zapatillas. A pesar de meterse un gol en propia puerta es el jugador de la afición. Levanta al público son sus regates y asiste a sus compañeros. La entrada está amortizada cuando Joselito coge el balón.

Juanjo: Siempre aparece. El portero del Barcelona Lassa fue decisivo con sus paradas. Hizo una primera mitad para enmarcar y una segunda de escándalo. Su seguridad bajo palos es un plus para sus compañeros.

Eseverri: Sigue demostrando que ha nacido para jugar toda la vida al fútbol sala. Se echó el equipo a la espalda cuando los suyos se lo pidieron y transformó la pena máxima que dio a los suyos un punto vital.

David contra Goliat. Así se podría titular el guion de la película que sucedió en el Palau, pero con un pequeño matiz, esta vez no hubo vencedor. Los navarros llegaron con toda su ilusión para sacar algo positivo en una cancha de las que rascar unos puntos se convierte en hito. Y un hito fue lo que escribieron. El Barça, anfitrión, sin Dyego, ni Lozano.

Las espadas en alto y el balón echó a rodar. Los blaugranas comenzaron a imponer su calidad sobre parquet. Asier contuvo las primeras intentonas, pero en el mano a mano ante Adolfo Fernández no obtuvo el mismo resultado. Minuto 4, un disparo duro y seco mandó el cuero al fondo de la red. La belleza la puso Joselito con el regate previo en una baldosa y la asistencia a su compañero. Los verdes, como un jabato herido y acorralado, sacó su mejor fútbol y entonces Juanjo empezó a tomar protagonismo.

El empate llegó de la manera más inusual. Saque de banda al corazón del área y Joselito en el intento de despejar acaba introduciendo el esférico en su propia portería. A partir de ahí, parecía que la tregua llegaría hasta el descanso, pero en una jugada aislada, en un córner, a dos minutos para el final, Ferrao ganó la espalda a Eseverri y marcó a placer (2-1). Aicardo pudo poner tierra de por medio, pero Asier le paró el doble penalti, a 13 segundos para el final.

La segunda mitad empezó enloquecida. Balón en el centro del campo a la espera de que pitara el árbitro y entonces Joselito le dijo a Ferrao: ¡Vamos a hacerla!. (Jugada para enseñar en las escuelas). Todos se movieron al mismo son, tenían muy estudiado sus posiciones y bailaron puro claqué. Sería el propio Joselito el que la finalizaría (3-1). Instantes seguidos, el balón parado volvió a condenar a los locales y Araça transformó un córner para dar vida a los verdes (3-2). Los guerreros del norte nunca se dieron por vencidos.

Imanol Arregui decidió echar el resto y poner portero jugador a cinco minutos del final. Algo que le salió a las mil maravillas. Penalti sobre Rafa López por una mano, muy dudosa, dentro del área y Eseverri asumió galones para empatar.

Barça y Osasuna acabaron firmando las tablas (3-3), gracias a un descomunal Juanjo que salvó a los suyos en los últimos minutos. Los verdes sacaron un punto que sabe casi a victoria y el Palau puso fin a una racha de cuatro victorias consecutivas.