Brasil-Inglaterra: Neymar, de más a menos en Maracaná (2-2)

Brasil sólo disfruta cuando el balón rueda sobre el césped. Las polémicas sobre el ritmo de las obras de Maracaná pasaron a un segundo plano cuando la ‘canarinha’ e Inglaterra hicieron pusieron el balón en juego ante un estadio no lleno pero sí animoso, con gente dispuesta a disfrutar para olvidarse de los retrasos en la entrega de los estadios de cara al Mundial.

En lo estrictamente futbolístico, Inglaterra decepcionó en la primera mitad, con un sistema de un solo punta dispuesto por Roy Hodgson en el que dos férreas líneas de cuatro y cinco jugadores intentaban resistir los embates brasileños. El conjunto local, sin pisar a fondo el acelerador, vivía de forma permanente en el borde del área rival, y en ese territorio Neymar pidió el protagonismo.

Los disparos sobre la meta de Hart fueron constantes, la gran mayoría de ellos firmados por el nuevo jugador del Barcelona, deseoso de dejar una buena impresión entre su nueva afición. El portero del Manchester City, el único jugador inglés que mostró talla internacional en las filas de los ‘pross’ en los primeros 45 minutos, se las arregló para salvar todos los intentos que protagonizaba Neymar, encantado con la responsabilidad de llevar el ‘10’ en la espalda. Hulk, Oscar y Dani Alves desde la banda derecha eran sus principales apoyos, pero el marcador llegó con el empate inicial al descanso y sin señales de estrés en Júlio César.

Inglaterra intentó estirarse tímidamente en los primeros compases de la reanudación, pero no fue más que un espejismo. Hernanes, al poco de entrar al campo, se sacó un potente disparo de la manga directo a la cruceta de Hart. El balón le cayó a Fred a los pies, y el ariete no tuvo más que empujar el balón para adelantar a Brasil.

Una vez por detrás en el marcador, Hodgson comenzó a apostar por jugadores más desequilibrantes, y la apuesta le dio resultados inmediatos. Chamberlain empalmó un balón en la frontal que entró ajustado por el palo derecho de Júlio César.

Neymar se fue apagando hasta pasar completamente desapercibido entre la nube de cambios que se vivió en ambos onces. Al tiempo que Neymar se diluía, emergió con rotundidad la figura de Rooney, que firmó el gol más bello de la noche, a la altura de un escenario tan majestuoso como Maracaná, con un disparo que se envenenó después de tocar en un defensa y entró por la escuadra de Júlio César.

Le tocaba mover ficha a Scolari y ‘Felipao’ dio entrada a Leandro Damiao, aunque no fue el delantero del Internacional el que devolvió las tablas al marcador, sino Paulinho, que sorprendió con una eficiente volea en el corazón del área a pase de Lucas desde la derecha.

Después de este intercambio fugaz de golpes, el partido llegó al minuto 90, con pocas conclusiones claras para Brasil de cara a la Confederaciones y con muchas más dudas en Inglaterra, que ofreció pocos motivos para el optimismo de cara a la clasificación para el Mundial 2014.

Brasil: Júlio César; Dani Alves, Thiago Silva, David Luiz, Filipe Luis (Marcelo, 46’); Gustavo (Hernanes, 46’), Paulinho (Bernard, 83’); Oscar (Lucas, 56’), Neymar, Hulk (Fernando, 73’); y Fred (Leandro Damiao, 80’).

Inglaterra: Hart; Johnson (Chamberlain, 62’), Cahill, Jagielka, Baines (Cole, 46’); Jones, Lampard, Carrick, Milner; Walcott (Rodwell, 83’) y Rooney.

Goles: 1-0, Fred (57’); 1-1, Chamberlain (67’); 1-2, Rooney (79’); 2-2, Paulinho (81’)

Árbitro: Wilmar Roldán (COL). Amonestó a Hulk, Jones.

Estadio: Maracaná. Partido de inauguración del principal estadio de Río de Janeiro. No se llenó.