Amistoso, España Sub 21-Lituania | La búsqueda infructuosa del nuevo Edgaras Jankauskas

Edgaras Jankauskas reapareció públicamente hace apenas una semana, con motivo del sorteo de la fase de grupos del Mundial de fútbol sala que se celebra este año en Lituania. Los aficionados al fútbol lituano siguen suspirando por ver a un jugador como el exdelantero de la Real Sociedad nuevamente defendiendo la camiseta amarilla, con la que anotó diez goles en 58 partidos. Su cifra con la selección fue modesta, pero su caché internacional lo sitúa como el futbolista más recordado del rival de la Sub-21 de España este martes 8 de junio en Butarque.

Es evidente que el fútbol está lejos de ser considerado el deporte rey en el país báltico, que se decanta más por los deportes de invierno o el baloncesto, granero interminable de estrellas reconocidas a nivel mundial. A pesar de ese segundo plano, en el pasado sí fue un rival incómodo como poco, especialmente la generación que disputó las fases de clasificación para la Eurocopa'96 y el Mundial'98, en las que el Rinktine sumó cinco victorias en cada uno y cotizaba alto como sparring de nivel para amistosos. Jankausas ya empezaba a asomar, mientras que a Danilevicius aún le faltaban unos años. La comparación con la fase de clasificación para esta Eurocopa es dolorosa, ya que cerró el grupo B con un único punto, superada incluso por Luxemburgo, una de las cenicientas tradicionales del continente.

La pérdida de peso específico de Lituania ha llegado hasta el punto de que ya integra el bombo 5 en los sorteos de los grandes torneos, y sólo Letonia y Andorra le sirven ya de colchón para caer al grupo 6, en el que penan eternamente San Marino, Liechtenstein o Malta. La escasez de recursos para elegir entrenador hizo que la federación gastara pronto la bala de Edgaras Jankauskas como seleccionador, confiándole en 2016 las riendas de la absoluta con sólo 33 partidos de experiencia en el Trakai local como primer entrenador. Fueron tres años los que aguantó el exrealista en el banquillo, en los que sólo pudo sumar tres victorias en 28 partidos, ninguna oficial (ante Armenia, Malta y Estonia) antes de que lo despidieran.

Tras su marcha después de un nuevo fracaso en la Nations League, Jankauskas advirtió que la calidad de los jugadores locales cada vez era más pobre y que no había ninguna luz al final del túnel. Su sucesor, Valdas Urbonas, lo está comprobando de primera mano, con una plantilla en la que los jugadores más destacados se encuentran en ligas de segunda fila como la turca (Arvydas Novikovas) o la polaca (Fedor Chernykh). Curiosamente España tiene representación en la convocatoria con Deimantas Petravicius, extremo del Águilas en la Tercera RFEF.

El extremo Novikovas ha superado con 12 goles la decena de goles de Jankauskas, pero aún tiene lejos el récord de 19 de Danilevicius, que llegó a defender puntualmente la camiseta del Arsenal en la temporada 2000/01 y desarrolló principalmente su carrera entre Bélgica e Italia. A sus 30 años, sólo el aumento de partidos internacionales que le ha supuesto la creación de la Nations League juega a su favor para seguir aumentando estas estadísticas, pero el jugador del Buyuksehir está muy lejos de ser reconocible para el ojo del aficionado, como si lo fueron en su momento las dos grandes estrellas lituanas.

Lituania llega a Butarque con cierto desasosiego, no sólo por no poder jugar contra la absoluta española tras el positivo de Sergio Busquets y ganar un roce internacional considerable, sino por sus resultados más recientes. Esta última semana se ha disputado la Copa Báltica, un triangular que enfrenta a Lituania con sus vecinos Letonia y Estonia, y Urbonas ha salido escaldado. El seleccionador aseguró en la previa que el objetivo era ganar el torneo, pero dos derrotas consecutivas ante Estonia (0-1) y Letonia (3-1) han puesto aún más de relieve la profunda crisis que se atraviesa en Vilna.

El diario Lietuvos Rytas, que durante años patrocinó a uno de los clubes lituanos de baloncesto más emblemáticos, calificó la actuación de vergonzosa, y esperan que la cita de Butarque no suponga un nuevo varapalo. Esta Lituania cada vez tiene menos que ver con aquella que en 2006 amargó a España en la fase de clasificación para el Mundial de Alemania. Aquella selección dirigida por Luis Aragonés sacó un espeso 0-0 de Vilna y sólo pudo ganar 1-0 en Mestalla gracias a Albert Luque. Un jugador de aquellos duelos, Rolandas Dziaukstas, es hoy el asistente de Urbonas, e intentará recordar a sus jugadores cómo se le complica la vida a La Roja.