Blog De la Calle: Kaepernick arrodilla a Trump

La pasada temporada, durante el tercer partido de la pretemporada, el quaterback de los 49ers Colin Kaepernick, se mantuvo arodillado durante la interpretación del himno estadounidense. Kaepernick afirmó señalando que su gesto era debido a los actos de brutalidad policiaca contra las minorías. "No me voy a levantar para mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color", afirmó entonces.

Barack Obama, por entonces presidente, defendió el derecho a la libertad de expresión de Kaepernick y apuntó que le parecía bien "que los deportistas usen las plataformas de las que disponen para dar su opinión". Hoy Obama no es presidente, la Casa Blanca la preside Donald Trump. Kaepernick renunció a su último año de contrato con los 49ers y deicidió probar como agente libre. Tenía buenos números y llevó a los 49ers a la Super Bowl, pero hoy ningún equipo le ha ofrecido un contrato y nadie duda que se debe a aquel gesto político que cuestionó uno de los principios civiles de los Estados Unidos.

La protesta de Kaepernick fue secundada durante la temporada por jugadores que se arrodillaron como Kenny Stills, Arian Foster, Jelani Jenkins, Eric Reid, Michael Thomas o Brandon Marshall o Eric Reid. Otros como Marcus Peters, Malcolm Jenkins, Robert Quinn o Martellus Bennett reitieron el gesto del 'Black Power', el puño derecho por encima de la cabeza que hicieran mundialmente famoso John Carlos y Tommie Smith en los Juegos Olímpicos de México 1968.

Pero ahora la postura beligerante de Trump, que los llamó "hijos de puta" y sugirió a los dueños de los equipos que los despidieran, han provocado una reacción generalizada en los jugadores. Los Seahawks, los Titans y los Steelers ni siquiera salieron al campo para entonar el "Star spangled banner". Solo el español Alejandro Villanueva, que sirvió en el ejército de los Estados Unidos en Afganistán, escuchó el himno americano en pie. Tom Brady enlazó sus brazos con sus compañeros de los New England Patriots, mientras el dueño de los Jacksonville Jaguars, Shad Khan, quien llegó a donar un millón de dólares para la campaña presidencial de Trump, bajó al campo a abrazar a sus empleados.

El 68% de los jugadores de la NFL son negros y en la NBA, donde Stephen Curry se ha negado a visitar a Trump como campeón de la pasada temporada con los Golden State Warriorss, comparte su animadversión por el presidente con su archienemigo deportivo, Lebron James. Donald Trump está logrando poner de auerdo a todo el deporte estadounidense contra su persona. Y en Estados Unidos los deportistas son personalidades muy seguidas y con una conciencia social que despiertas muchas simpatías. Kaepernick tiene un problema, no tiene trabajo. Trump tiene otro más grande, tiene demasiado trabajo.