Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
Fútbol

Blog De la Calle: La argentinidad oval

Fermín de la Calle

Publicado 29/06/2019 a las 07:23 GMT

Pampas XV, Pumas, Jaguares... Argentina sigue creciendo rugbísitcamente. Su último logró, llegar a la final del Súper Rugby. Esta es la historia de su éxito.

Jaguares Rugby

Fuente de la imagen: Eurosport

El trabajo siempre paga. Esa frase es un mantra labrado a fuego en el día a día de un grupo de jugadores del rugby argentino que fueron elegidos para desarrollar una evolución en la que no se puso mucho entusiasmo en un primer momento desde la gerencia. El éxito de los Pumas en el Mundial de 2007, en el que quedaron terceros ganando a los anfitriones franceses en el partido inaugural y en el de clausura, generaron esa hoja de ruta que ha desembocado en un espectacular proceso de desarrollo.
Entonces se apostó por gastar parte del dinero que la IRB (hoy World Rugby), entregaba a los argentinos en crear un grupo de élite para jugar la Vodacom Cup en Sudáfrica. El resto se empleó en mejorar las estructuras formativas del rugby argentino, capacitando a entrenadores y árbitros, pero se mantuvo el carácter amateur de sus jugadores, equipos y competiciones. Otra parte se perdió en los bolsillos de algún dirigente, un clásico de las luchas internas del rugby argentino.
Aquel equipo embrionario, los Pampa XV arrancaron con la dirección de Daniel Hourcade en 2010 y un año después ganaron la prestigiosa competición sudafricana con una plantel en el que aparecían nombres como los de Creevy, Nahuel Tetaz Chaparro, Galarza, Senatore, Cubelli, Landajo, Nico Sánchez, Imhoff o Tuculet. Siguió participando en la Vodacom hasta 2015, alternando su participación con la disputa de la Pacific Rugby Cup en 2014 y 2015, donde triunfó sin encajar una sola derrota en ambas ediciones.
Hourcade se enfrentó a la enorme misión de transformar el histórico juego argentino, feroz en el punto de encuentro, devastador en el tackle e indomable en la melé, en una propuesta más ofensiva. Sus equipos generaban un volumen de juego en ataque desconocido hasta entonces en la tradición rugbística del país, con el consiguiente riesgo que no siempre fue bien entendido por sus compatriotas. El tucumano cumplió con la primera etapa en Pampas XV y tras la renuncia de Santiago Tati Phelan de la Pumas, en 2013, se hizo cargo de la selección. Eran años de dudas, después de caer en cuartos de final de la Copa del Mundo de 2011 ante Nueva Zelanda (33-10), en un partido en el que no perdieron la cara al partido ante los kiwis. Pero la mala suerte les emparejó con los que posteriormente se proclamarían campeones del mundo. De hecho, Los All Blacks no pierden un partido en un Mundial desde el 6 de octubre de 2007, cuando cayeron derrotados en Cardiff ante Francia en los cuartos de aquella edición (18-20).
El Huevo siguió trabajando el desarrollo ofensivo del equipo en el campo mientras Agustín Pichot lo hacía en los despachos logrando otro hito, desbloquear el Tres Naciones y hacerse fuerte en la SANZAAR (la asociación rugbística de los países del sur) para meter a Argentina en el que se bautizó como Rugby Championship, el nuevo Cuatro Naciones. Fueron años duros. Largos viajes, ritmo de juego desconocido para los Pumas y derrotas tras derrotas con algún resultado ilusionante, como aquella victoria ante Australia 20 años después.
El Mundial de 2015, con tres duras ediciones del Championship a sus espaldas, fue más gratificante para el rugby argentino. Regresaban a unas semifinales en una Copa del Mundo en la que no había ninguna selección del norte en las semifinales. El hemisferio sur exhibía su potencial metiendo a los cuatro participantes en los partidos finales y Argentina ofrecía un rugby atractivo y desenfadado en el que se implementaban las señas de identidad clásicas con el talento ofensivo de sus backs gracias al trabajo del técnico tucumano.
En 2016 llegó el siguiente paso, la fundación de los Jaguares, hermanos mayores de los Pampas XV, para participar en el Súper Rugby, la NBA oval. La noticia se conocía desde 2014, cuando se confirmó el ingreso de la UAR, con una franquicia en la competición de equipos más importante del hemisferio sur. Desde el principio se apostó por el talento de los jóvenes jugadores argentinos, sacrificando los resultados con la incorporación de jugadores más experimentados que podian aumentar la competitividad. Presentó un grupo formado exclusivamente por argentinos, con 31 jugadores, de los que 26 contaban con 25 años o menos. Pese a ello, se lograron cuatro victorias y once derrotas en esa temporada de debut. La única victoria de visitante llegó en la primera jornada ante los Cheetahs, mientras que los triunfos como local se produjeron ante los Lions, Bulls y Southern Kings. De nuevo aparecían nombres conocidos como los de Creevy, Nahuel, Leguizamón, Senatore, Landajo, Nico Sánchez, Juan Martín Hernández, Lucas González Amorosino o Tuculet y comenzaban a despuntar otros como Isa, Matera, Lavanini, Petti, Bertranou, Boffelli, De la Fuente, Moroni o Moyano.
Argentina seguía acumulando experiencias y minutos de calidad ante los mejores equipos del mundo en el Rugby Championship y en el Súper Rugby. Pero la competencia era dura y a eso se sumó que la UAR, emulando a Nueva Zelanda, decidió blindar la selección a jugadores que actuasen con los Jaguares o en Argentina, una medida que privaba a los Pumas de la calidad de grandes jugadores. La exigencia física y, sobre todo mental, provocó un colapso en el grupo, que terminó cobrándose como víctima la figura de Daniel Hourcade. El Huevo había acometido la enorme tarea de descoser el juego argentino para dar libertad a sus tres cuartos proponiendo un estilo de juego más desenfadado, más ofensivo. Más del sur. Pero una racha de derrotas motivadas por el agotamiento mental provocaron su salida en junio de 2018.
El elegido fue Mario Ledesma, el histórico talonador que lideró la primera línea de los Pumas en Francia 2007, había asumido como entrenador de Jaguares en octubre de 2017. Con una amplia experiencia como jugador y formando parte de diversos staffs técnicos en Francia, Ledesma llegó para recuperar el ímpetu de la melé argentina y reordenar un poco el funcionamiento colectivo del juego, recuperando las señas de identidad del juego. Incidió en el aspecto defensivo y en la melé, rentabilizando de paso el buen trabajo de Hourcade con la línea. Con Ledesma los Jaguares se metieron por primera vez en el playoff del Súper Rugby el verano de 2018. En agosto asumió como entrenador de los Los Pumas tras la renuncia de Hourcade y nombró a Gonzalo Quesada, histórico apertura de los Pumas, técnico de Jaguares.
Desde entonces la franquicia no ha dejado de crecer. Quesada, que marchó de Hindú a Francia para construir una próspera carrera como jugador en Narbonne, Béziers, Stade Français, Section Paloise y Toulon, ha sabido ensamblar el legado de Hourcade con las señas de identidad clásicas del rugby argentino tamizándolo con su profesionalidad y clarividencia para llevar a los Jaguares a la histórica final del Súper XV. Y todo a las puertas del Mundial. ¿Qué le falta al rugby argentino? Una victoria ante los All Blacks que se hace esperar y, aunque suene arrogante incluso pensarlo, ¿por qué no una final de Mundial? O incluso un título. A Agustín Pichot, vicepresidente de World Rugby y arquitecto en la sombra de todo este proceso, no le gusta ponerse límites. Y al rugby argentino parece que tampoco.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio