Blog De la Calle: Messi y diez más

Después de la debacle de Liverpool ofrecía Xavi el siguiente diagnóstico: "Creo que el Barça tiene que volver a dominar los partidos. Si no, es imposible ganar la Champions. Nos los dice la historia, el Barça ha ganado la Champions, primero cuando ha ganado La Liga, y ha sido muy dominador del juego. En estos momentos, creo que ya no lo somos tanto”. Sin embargo, esa coartada no vale para explicar la derrota ante el Valencia.

Porque en la final de Copa tuvo la pelota, pero no supo qué hacer con ella. Y eso es un síntoma muy preocupante para un equipo como el Barcelona. Criado en la cultura de la posesión y el toque, este equipo ha vulgarizado este arma. Ante el Valencia se volvió a encontrar con un rival de perfil contragolpeador, como el Liverpool. Y volvió a enseñar las costuras. Marcelino le dio el balón, consciente de que a este Barça se le hacen bola los partidos con la pelota en los pies, y le espero atrincherado. Y como ocurrió con el Liverpool, cada pérdida de balón del intrascendente mediocampo azulgrana resultó letal. Gameiro y Rodrigo afilaban cada ataque che cayendo a los espacios. No fueran pocas las ocasiones en las que los centrales catalanes vivieron situaciones de uno contra uno a campo abierto.

El primer gol llegó en una contra ¡finalizada por el carril central por un Gameiro que espantó todos los fantasmas que le persiguen. En el segundo, Carlos Soler llegó hasta la línea de fondo y clavó un centro en el corazón del área pequeña donde Rodrigo ganó la partida a la defensa azulgrana. Dos goles bien atacados. Dos goles mal defendidos. Otra vez la suficiencia de los defensas penalizaba a los culés.

Messi, ¿solución o problema? El Barcelona se ha acostumbrado tanto a que Messi solucione los partidos y rescate al equipo que el resto del equipo se ha aburguesado. Con Luis Suárez en la banda recién operado para poder irse a la Copa América (alguien tendría que explicar esa maniobra), Messi se quedó sin socios en el campo. Dembelé no está, a Coutinho no se le espera, el fichaje de Boateng es una broma pesada y a Malcom le viene grande. Messi se volvió a echar el equipo encima y clavó en el palo un remate inverosímil con el exterior de su zurda en el minuto 55. Y luego marcó un gol de 9 más propio del ausente Suárez que de él. Messi tira las faltas, Messi regatea, Messi chuta, Messi marca... Pero él solo no puede y Valverde no ha sido capaz de sacar más rendimiento a sus compañeros. Este Barça se ha terminado por parecer demasiado a Argentina en la messidependencia y ahora también en los resultados.

El título del Valencia es un premio a la paciencia que tuvieron con Marcelino. El técnico al final ha sabido encontrar la identidad futbolística de este equipo que ha terminado metiéndose en la Champions y levantando un título. El asturiano ha logrado crear un hábitat alrededor de Parejo, un jugador que luce esplendorosamente con el mismo desparpajo que llevó a Di Stéfano a señalarle como la joya de la cantera del Real Madrid.

Ganó el Valencia porque Parejo está bien rodeado y Messi está solo. No parece que la etapa de Valverde en el Barcelona tenga mucho más trayecto. La pregunta es qué entrenador vendrá al Barcelona y lo que es más importante, ¿vendrá a armar un equipo o volverá a ser el equipo de los amigos de Messi? El Barcelona cierra una temporada con síntomas muy preocupantes: es incapaz de ganar partidos decisivos y la posesión ha dejado de ser un camino al gol. Jamás ganó Messi más dinero y nunca levantó menos títulos.