Blog Méndez: #GoazenGlorioso

El caso es que así andaba hasta que caí en que había otra semifinal de Copa (que no todo era Atleti – Barça), y que el Deportivo Alavés se había clasificado para la final. Si. El Alavés de Orive. El Glorioso, con todas sus letras.

Somos muy dados, especialmente en el fútbol, a etiquetar a todo el mundo. Y a la más mínima, sentenciar. Pero siempre, cuando hace referencia a clubes grandes. De esos, lo sabemos todo, O eso pensamos. Ya sea en la barra de un bar, con el compañero en la oficina, e incluso, tras un teclado o delante de un micrófono. Sin embargo, poco reparamos en el orgullo de ese aficionado de equipo de ciudad pequeña, de los que saben, porque lo han vivido, como es la Segunda, la Segunda B incluso…como es el otro fútbol, el del otro lado, el que no copa titulares ni inunda pantallas de televisión. En el que tienes que buscar la clasificación de tu equipo en medio de una gigantesca tabla, casi un Excel, en el que te toca convivir con no sé cuántos grupos, y en el que para el común de los lectores dejas de ser un club, para convertirte casi en un número.

Así que cuando vi la fiesta de Mendizorroza, me acordé de ese orgullo de pertenencia que siempre exhibía Javier. Le conocí en Madrid, en los tiempos de Onda Cero, y al poco tiempo, nos alegraba ver cómo le inundaba la adrelina esa temporada en la que acabaron jugando la final de la Uefa ante el Liverpool. Y se perdió, sí. Pero pocas veces he visto tal exhibición de amor a unos colores. Luego llegaron tiempos peores. Pero como suele ocurrir en estos casos, cuanto peor es la situación, más fuerte es el vínculo.

Poco antes de marcharse, Orive escribió en twitter: Mendizorroza 92 años. El sitio de mi recreo, ese lugar sagrado en el que es imposible volver y no emocionarte pensando en los que ya no están”. Poco más que decir. La verdad es hoy estoy echando de menos ese whatasapp tuyo, Cuco. Pero me lo imagino: #GoazenGlorioso, #GoazenGlorioso , Méndez, a ver si aprendéis…”