El descenso más amargo

Corría el minuto 89 de partido. No había tiempo para más. El Colonia caía 1-4 en su propio estadio ante el Bayern de Múnich y perdía todas las opciones de salvar la categoría en la Bundesliga. El conjunto local había recibido arengas previamente para poder llevar a cabo la machada que les salvase de la quema, pero finalmente sus escasas ideas sobre el campo provocaron que viviese el peor momento de la temporada.

La decepción constatada sobre el terreno de juego llevó a la ira de la grada. El siempre amargo descenso no pudo con la hinchada del Colonia que decidió mostrar su enfado justo antes del término del encuentro. Y es que los aficionados de uno de los fondos comenzar a lanzar tanto botes de humo como bengalas sobre el terreno de juego que provocaron que el colegiado pitase el final del choque justo un minuto antes de lo normal para evitar una posible invasión del campo.

Los jugadores se marcharon con la mayor celeridad posible al vestuario. La seguridad por parte de la organización fue mayúscula. Rápidamente una gran cantidad de policías ocuparon el terreno de juego para impedir que los incidentes fueran a más. Todo estaba bajo control y la situación no fue a mayores por la velocidad de actuación de las fuerzas de seguridad.