Difícil, pero no imposible (20:00)

Vigente campeón de la Super Liga inglesa y líder en la actual temporada, el equipo de Emma Hayes parte como favorito claro. En su plantilla figuran algunas de las mejores futbolistas del mundo, entre ellas la que para muchos es la mayor estrella del fútbol femenino mundial. Harder, que acumula ocho goles en sus últimos ocho partidos, dejó el poderoso Wolfsburgo para jugar en el equipo de su pareja, la sueca Magdalena Eriksson, pero sobre todo para lograr éxitos en una competición en constante alza. Con acompañantes en ataque como la leyenda australiana Sam Kerr, Bethany England o Fran Kirby (11 tantos en 12 partidos) conforman una delantera que asusta y que necesita de pocas ocasiones para ver puerta.

El equipo blue ha llegado en dos ocasiones a las semifinales de la Champions, las dos de forma consecutiva en las temporadas 2017/18 y 2018/19. Al acabar en tercer lugar en la Superliga inglesa en esa última campaña, las de Hayes se quedaron fuera de la máxima competición continental, a la que regresaron con un espectacular global de 8-0 ante el Benfica. Aunque Lyon y Wolfsburgo, últimos finalistas, son los máximos aspirantes al título, es probable que el Chelsea (con permiso del Barça) este justo por detrás en esa terna.

"Siempre hay grandes conversaciones en torno al Chelsea y la Liga de Campeones, pero la realidad es que competimos por trofeos todos los años y no importa qué trofeo sea. Queremos competir y llegar a finales y ganar grandes partidos", dijo en rueda de prensa la técnica blue, una Hayes a punto de cumplir una década en el banquillo del equipo londinense. La irregularidad del Atlético de Madrid, capaz de ganarle al Barça una semifinal de Supercopa pero también de caer en casa ante el Santa Teresa, hace inclinar la balanza todavía más del lado inglés. Para colmo, la vuelta no se podrá disputar en Alcalá sino en Monza debido a las restricciones sanitarias.

Pero el Atlético tiene motivos para creer que puede hacer algo más que plantar cara. Las rojiblancas se crecen ante los grandes rivales, como se pudo ver en la victoria ya mencionada ante el invicto Barça en la tanda de penaltis, en el 3-0 en la final de la Supercopa ante el Levante o el 0-1 en el derbi ante el Real Madrid. También ha demostrado que se le dan bien las eliminatorias, y es que el pasado curso pisó los cuartos de final por primera vez tras derrotar a un Manchester City candidato a llegar lejos en el torneo.

Es precisamente ese precedente el que no gusta nada a Hayes. "He preparado el partido con el detalle que es necesario, como lo hago todas las semanas. Como dije, el Atlético de Madrid ha derrotado al Manchester City, así que las jugadoras rivales van a entrar en el campo llenas de confianza; saben que se desempeñan bien en torneos de eliminatorias y para esta competición estarán completamente preparadas", aseveró. En la misma línea está un José Luis Sánchez Vera que vaticina un partido igualado que se decidirá por detalles. “Creo que será un cruce muy táctico, muy igualado y que va a pasar por no cometer errores. Ellas tienen armas para dañarnos, pero nosotras también tenemos armas para dañar su línea defensiva con jugadoras que van bien a los espacios”.

A su gran dupla se agarra el Atlético en estos octavos de final. Ludmila y Deyna Castellanos. Entre las dos han marcado casi la mitad de los goles del cuadro rojiblanco en Primera Iberdrola, y es precisamente la electricidad que corre por sus botas la principal amenaza de la defensa blue.

El cruce es difícil, muy difícil. Pero ganar al Chelsea no depende de un milagro. El Atlético es un buen equipo que vive en medio de una transición difícil de gestionar. Centrado es capaz de secar al mismísimo Barcelona o de batir a un semifinalista de Champions. Si les dicen que es imposible, lo conseguirán.