🚨⚽ El Barça dice adiós a la Champions tras una debacle histórica ante el Bayern

BARCELONA: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Roberto (Griezmann 46'), Vidal, Busquets (Ansu 69'), De Jong; Messi, Suárez.

BAYERN: Neuer, Kimmich, Boateng (Sule 75'), Alaba (Tolisso 83'), Davies, Thiago, Goretzka (Hernández 83'); Gnabry (Coutinho 75'), Müller, Perisic (Coman 67'), Lewandowski.

ÁRBITRO: Skomina. Amonestó a Boateng, Davies, Suárez, Jordi Alba, Salihadmizic, Kimmich, Vidal.

GOLES: 0-1, Müller (3'); 1-1, Alaba, en propia puerta (7'); 1-2, Perisic (21'); 1-3, Gnabry (26'); 1-4, Muller (30'), 2-4, Luis Suárez (57'); 2-5, Kimmich (61'); 2-6, Lewandowski (82'); 2-7, Coutinho (85'); 2-8, Coutinho (88')

Este Bayern hace días que se polarizó como un duelo entre el poderío coral alemán y el talento individual de Messi. Y Flick, el entrenador bávaro, una vez hecha esta lectura del encuentro realizó una apuesta fue tan arriesgada como determinada: mandó su defensa a la línea del centro del campo para subir la presión, reducir los espacios al mínimo a los azulgrana y pisar área azulgrana todo lo posible. Presión alta y Thiago dirigiendo el tráfico. Eso provocó que el Barça encontrase espacio a la espalda de la zaga muniquesa, especialmente por los costados. Y así comenzó un partido trepidante en el que el Barça tuvo la primera con una llegada de Sergi Roberto, quien sirvió un balón al que no llegó por milímetros Suárez. En la respuesta Davies sirvió desde la izquierda, donde entre él, Perisic y Gnabry enterraron a Semedo. Su centro llegón al balcón del área, donde Muller sirvió para Lewandowski, que le devolvió la pared y el alemán anotó el 0-1. La fragilidad azulgrana... Pero tres minutos después otra cabalgada de un lateral, en este caso de Jordi Alba, terminó con Alaba marcando en su portería. El partido era una locura, Flick proponía un correcalles, un tiroteo en el que el Bayern tenía mucho que ganar con su pegada y la defensa de papel azulgrana. Setién ni siquiera corregía desde la banda testigo del partido de ida y vuelta en el que sus jugadores se veían superados. Flick acertó.

Dispuso el Barça de un balón al palo en un centro huérfano en el área, y de un disparo de Messi que detuvo sin problemas Neuer. A partir de ahi desaparecieron los azugrana. En el minuto 20 Semedo puso en un compromiso a Sergi Roberto en las inmediaciones de su área, el canterano perdió la pelota ante la presión de Gnabry, quien sirvió para Perisic y este fusiló a Ter Stegen. La defensa de cristal en manos de los alemanes era demasiada ventaja. Flick fue valiente y su presión alta asfixió al Barça. El baño comenzaba a ser llamativo. En el minuto 26 Gnabry marcaba tras un pase a la espalda de Lenglet que el extremo cruzó a la red de Ter Stegen. Segundos después el portero salvaba el cuarto de Lewandoski. El Bayern arrollaba a un Barça sin mediocampo ni defensa. Y caía el cuarto a la media hora con otro gol de Múller en el primer palo... ¡Sin noticias de Quique Setién! El cántabro observaba superado en el banquillo y su alter ego, Eder Sarabia, ya no aparecía robándole el foco. Al descanso el Barça perdía 1-4, algo que no había hecho nunca en la historia de los culés en Europa. El balance del Bayern asustaba: 15 disparos, ocho a puerta y cuatro goles. El Barça ruborizaba a los suyos.

Con la clasificación perdida, quedaba jugar por la dignidad de la camiseta y Setién tiró de Griezmann para insuflar ambición a su equipo. A buenas horas. Los alemanes seguían ganando las segundas jugadas, llegaban antes, tenían más habre... El Barça deambulaba por el campo como toda la temporada. El problema es que enfrente tenía al peor rival posible en el día más inoportuno. Anularon un gol por fuera de juego a los alemanes en una contra desastrosamente defendida por el Barcelona, que seguía dejando síntomas lastimosos en defensa. En ataque el orgullo de Suárez le permitió reducir la desventaja en el minuto 57 tras una buena maniobra del ariete y un disparo seco con la izquierda. Restaba media hora, pero nada invitaba a pensar que el Barça podía darle la vuelta. Y entonces Davies dejó sentado a Semedo, llegó hasta el primer palo de Ter Stegen por la línea de fondo y sirvió atrás, donde apareció Kimmich, el otro lateral, para poner el quinto. Aún restaba el gol de Lewandoski y aaún más significativo la puntila con dos goles de Coutinho, cedido por el Barcelona. Ridículo histórico.

Punto a final a la era de Setién, que llegó agitando su carnet de cruyffista y se marcha incapaz de empatizar con el vestuario, sin soluciones tácticas y con un ayudante mal visto por la plantila. Messi llevaba razón, no les llegaba. El argentino ha acumulado tanta frustración en el Barça de esta temporada que no es descartable que emprenda la marcha con este estrepitoso final de ciclo. Los villanos serán Setién y Bartomeu, pero la mediocridad de la plantilla debería provocar que unos cuantos jugadores de los laminados por el Bayern en Lisboa no vuelvan a vestir la camiseta azulgrana. Adiós a Setién y quien sabe si a Messi.

Se consultó el último gol, por posible fuera de juego de Lewandowski.