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Europa retrata al Barça: Empeñados en tropezar con la misma piedra

Guillermo De Marcos

Actualizado 04/11/2019 a las 17:44 GMT

El FC Barcelona camina sólido en la temporada. Liderato en la competición regular y en la fase de grupos de la UEFA Champions League. Sin embargo, lo que deberían ser halagos por los buenos números en ambas competiciones, se ven eclipsados por las críticas de un sector muy amplio hacia un equipo que parece estar abocado a cometer los mismos errores del pasado.

Messi Slavia de Praga

Fuente de la imagen: Getty Images

Pese que en el club se vende todo de color de rosa, parece que desde 'Can Barça' empiezan a darse cuenta de los problemas de este equipo. Ter Stegen y sus declaraciones tras el pírrico triunfo del Barça en Praga han dejado un momento de reflexión a orillas del Camp Nou. ¿Está el Barça repitiendo los fallos de las últimas temporadas?
Las sombras de Roma, Turín o Liverpool son muy alargadas, y lo que para muchos han sido malas noches, empiezan a transformarse en la opinión de que realmente son patrones erróneos que los azulgranas repiten constantemente. El partido ante el Slavia de Praga deja buena cuenta de ello. Solo un estelar Ter Stegen y un acertado Messi en ataque sostuvieron a un equipo que concedió infinitas ocasiones en defensa. Y la derrota en el Ciutat de Valencia aumenta las críticas hacia unos jugadores a veces irreconocibles.

Los problemas del Barça

Una de los principales dificultades del conjunto de Ernesto Valverde radica en la zona de atrás. Ninguno de los cuatro titulares está manteniendo un buen nivel en este primer tercio del curso. Semedo no convence en el lateral y el entrenador blaugrana ha tenido que volver a retrasar a Sergi Roberto a la retaguardia. Tampoco Jordi Alba, que desde la lesión no ha regresado a su máximo esplendor. Los centrales son el caso más sonado. Piqué y Lenglet cometen demasiados errores impropios de su nivel, y Umtiti sigue entre algodones con su rodilla.
No obstante, la culpa de recibir tantas ocasiones no solo incide en el comportamiento defensivo, si no en el apoyo táctico del centro del campo y la delantera. El Barça en muchas ocasiones permite una salida de balón limpia de los rivales, y cuando la presión no es efectiva y el centro del campo se desordena, la zaga sufre las consecuencias.
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Piqué intenta corregir una acción de la defensa

Fuente de la imagen: Getty Images

La principal duda en la parcela central pasa por la posición de Frenkie de Jong. El holandés es una de las noticias positivas de la temporada, pero sigue alternando exhibiciones futbolísticas con partidos más discretos, fruto de los cambios de posición. Arthur y Busquets son los acompañantes en el centro del campo pese que el catalán comenzó la temporada de manera dubitativa y sigue sin recuperar su mejor nivel.
Los tres de arriba tampoco se libran. La sequía goleadora en Europa lejos del Camp Nou también retrata a los delanteros. Suárez no marca lejos de Barcelona en el viejo continente desde 2015, y Messi ha bajado su cifra realizadora en los últimos años en los cruces definitivos. Tampoco Griezmann o Dembélé aportan lo suficiente para paliar la falta de goles en Europa en determinados partidos.
Quizá una de las soluciones para que la escuadra culé sea más regular pueda ser formar con cuatro centrocampistas en ocasiones concretas, aunque parece algo utópico con el tridente titular en forma. Pese a ello, no suena tan descabellado viendo la intermitencia de Griezmann en algunos partidos, que incluso ha perdido el puesto en favor de Dembélé o Ansu Fati en algún choque.

Falta de concentración e intensidad

Se abre entonces la duda de si el problema principal del equipo en las últimas temporadas es de concentración y mentalidad. Un bloque incapaz de levantar resultados adversos cuando los rivales salen a morder desde el principio, como pasara en Roma y Liverpool y en otras noches negras del Barça en Europa. Los tres goles encajados en siete minutos ante el Levante vuelven a dejar en evidencia las desconexiones.
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Luis Suarez of Barcelona reacts during the UEFA Champions League Semi Final second leg match between Liverpool and Barcelona at Anfield on May 07, 2019 in Liverpool, England

Fuente de la imagen: Getty Images

Y es que Ter Stegen ha sido el primero en reconocer que el problema del Barça es más psicológico que otra cosa, y que no puede asegurar que una desgracia como las de los dos últimos años en Europa no vuelva a pasar durante esta o próximas temporadas.
Sin embargo, los problemas de concentración no pueden dejar a un lado las dudas en el juego. El FC Barcelona sigue sacando adelante sus partidos de manera poco fiable, y recurriendo al talento de sus jugadores en la parcela ofensiva. Algo que, en las grandes noches, no siempre da resultado. Al Barça le falta un plan establecido en la mayoría de los partidos que deje de mostrar el desarrollo de los encuentros como algo aleatorio a que los centrales y el portero manejen un buen día y en el que los hombres de arriba tengan la puntería afinada.
El juego del Barça no es constante, y los picos de forma cambian constantemente. Pese a que la clasificación y los resultados digan lo contrario, el conjunto catalán está abocado a volver a chocarse con la realidad en el tramo final de temporada. Porque este equipo da para ganar la competición doméstica, y más si los rivales no dejan de fallar, pero en Europa, hacen falta más cosas.

Un cambio obligado

Y el primer paso para no volver a errar es admitir que las cosas no se están haciendo todo lo bien que se debería. Valverde mira hacia otro lado y se respalda en unos resultados que en los momentos claves, no sirven. Antes de la noche de Anfield, el Barça encadenaba 23 partidos sin ser derrotado, y antes de Roma, 19.
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Valverde - Liverpool-Barcelona - Champions League 2018/2019 - Getty Images

Fuente de la imagen: Getty Images

Datos que dejan patente el problema del equipo, que ante el Slavia de Praga volvió a demostrar que lejos de casa en Champions, no se da la talla. Y últimamente en liga, tampoco. Si el FC Barcelona no quiere fracasar en Europa, por quinta vez consecutiva, debe cambiar desde ya. Porque a los resultadistas se les acaban los argumentos cuando las cosas van mal, y esta temporada, los derroteros caminan por el mismo cauce. Inmersos en el mes de noviembre, hay tiempo para revertir la situación. Que se lleve a cabo depende de Valverde y de los jugadores. Toca mover ficha.
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