Análisis de la ida de los octavos de Champions: No es el cholismo, es el fútbol español

Cantaba alguien tan poco sospechoso para los atléticos como Joaquín Sabina... "Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena". Y uno ve a este Atlético tan vulnerable atrás, ocho partidos consecutivos llevan los del Cholo Simeone encajando goles, y tan rácano delante y no puede evitar entonar ese verso que debería ser una filosofía de vida que nos regaló el maestro en 'Noche de Bodas'.

Pero Simeone trató de pertercharse para ganar autoestima defensiva, la mayor seña de identidad de su Atlético. Y lo hizo de forma muy peculiar, con un once que rebosaba jugadores de ataque como Marcos Llorente, Joao Félix, Lemar, Luis Suárez.. Pero no es a quién pongas, si no para qué los coloques en el tablero. Y los alfiles y las torres rojiblancas fueron utilizados como peones. Resultado: Ni un misero disparo entre los palos. Nada. Otro partido y empieza a oler. El cuarto en el que no moja Luis Suárez. Y así podemos seguir sacando datos para retratar la racanería atlética y su preocupante esterilidad.

Sin embargo, no es inteligente cebarse con el líder de LaLiga, esa competición que Jabier Tebas ha convertido por culpa del marketing en un engendro ortográfico y una competición que va a la deri¡va en Europa. Huyeron las figuras, como Neymar o Cristiano Ronaldo, y pinta a que Messi será el siguiente. Los derechos televisivos se renovarán a la baja y el Covid está haciendo mucho daño a los clubes. Todo eso ha provocado que los equipos españoles sean zombies que deambulan por Europa sin meter miedo a nadie.

Y este ha sido el resultado más aseado de los equipos españoles a falta de que un Real Madrid en cuadro participe en la orgía futbolística que propondrá el Atalanta. El Barcelona fue vapuleado por el PSG de Mbappé, el Sevilla arrollado por el Dortmund de Haaland, y el Atlético ha caído fruto de sus pies de barro en defensa con una chilena espectacular de Giroud que el VAR tardó cinco minutos en validar. El cholismo tiene un problema del que el fútbol español lleva años aquejado. Por eso deben ser bievenidas estas derrotas y que, como cantaba Sabina, "ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena".