Champions League | PSG-Manchester City: Pep Guardiola se lanza a la reconquista de Europa

1 - PSG: Navas; Florenzi, Marquinhos, Kimpembe, Bakker; Gana, Paredes (Herrera, 83'), Verratti, Di María (Danilo, 80'), Mbappé y Neymar

2 - Manchester City: Ederson; Walker, Stones, Rúben, Cancelo (Zinchenko, 61'); De Bruyne, Rodrigo, Gündogan, Mahrez, Foden y Bernardo

Goles: 1-0, Marquinhos (15'); 1-1, De Bruyne (64'); 1-2, Mahrez (71')

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Cancelo, Paredes, Neymar y De Bruyne. Expulsó a Gana con roja directa.

Estadio: Parque de los Príncipes.

No están de prestado. Nadie puede decir que Manchester City o PSG no merezcan su lugar en las semifinales de la Champions League, y el primer asalto vivido en el Parque de los Príncipes lo quisieron aprovechar los de Mauricio Pochettino para demostrar que el factor local aún tiene su peso, incluso sin público. Los parisinos encerraron nada más pitar Felyx Brych el inicio del partido, y Ederson tuvo que empezar a trabajar antes de lo habitual en él ante las arremetidas de Neymar por la izquierda y el empuje de Di María por la derecha. Justo cuando se alcanzaba el cuarto de hora, Marquinhos inauguró en un saque de esquina el marcador con un cabezazo tan soberbio como mal defendido por parte del City.

Tras el gol, el PSG siguió vulgarizando a los de Pep Guardiola, que sólo había mostrado un chispazo de Bernardo. Primero fue la presión asfixiante a Rodrigo la que obligó a De Bruyne a olvidarse de pulular por zonas ofensivas, y ante la insistencia se sumó a las tareas defensivas incluso Mahrez. Pochettino consiguió llevar a su terreno la eliminatoria, obligando a que el poderoso despliegue del City en los últimos metros se tuviera que reconvertir en voluntarios para achicar agua. Neymar reclamó un penalti que ni siquiera él se creyó y sólo Foden exigió la mejor versión de Navas antes del descanso.

Tras el intermedio empezó a entrar en calor Mbappé, el miembro del tridente parisino que más espeso había estado en la primera parte. El panorama para el Manchester City era cada vez más oscuro y sólo se agarraba a algunos fogonazos de Cancelo, que no duraría mucho sobre el césped al haber visto la amarilla previamente. Pasada la hora de partido De Bruyne dijo basta. El belga se echó a su equipo a la espalda y primero tanteó a su presa con una chilena que se marchó desviada. Poco después puso las tablas en el marcador con un disparo disfrazado de centro con mala baba al segundo palo. Para sorpresa de todos, la defensa parisina no lo despejó y Navas no reaccionó a tiempo, protagonizando la acción desafortunada de las semifinales.

El gol condicionaba por sí solo gran parte de la eliminatoria, pero el PSG quedó grogui tras el latigazo inesperado de De Bruyne. Pocos minutos después, el esperpento defensivo se agudizó con una falta de Mahrez que atravesó la barrera entre Paredes y Kimpembe. Navas se desesperaba mientras sacaba otro balón de su red, Pep Guardiola sonreía al ver que tenía de su lado esa dosis de fortuna necesaria y Neymar se veía embargado por la rabia en el otro extremo del campo, frustrado e impotente ante lo que sucedía. La roja inexcusable que vio Gana tras una entrada pendenciera al tobillo de Gündogan sólo supuso el canto de cisne para el finalista del año pasado, que está contra las cuerdas en su enésimo asalto a esa corona europea que, aunque vieja, todos siguen anhelando.

Marco Fritz, el árbitro encargado de asistir a Felix Brych, chequeó una acción en la primera parte en la que Neymar reclamó penalti, sin éxito para el brasileño. La expulsión con roja directa de Gana también llegó a instancias del VAR tras ver repetida su acción sobre Gündogan.