¿Una nueva etapa?

A la hora de analizar el camino de España hacia la próxima edición de la Eurocopa se podrían realizar varias lecturas. Una de ellas, quizá la más evidente, es que en cualquier campeonato de regularidad se termina imponiendo la lógica y los grandes equipos suelen ocupar los primeros puestos. Puede que el hecho de que la fase de clasificación esté compuesta por tantos partidos haya dado al combinado nacional la oportunidad de resarcirse de los fracasos con los que inició su peregrinar hacia la cita de Austria y Suiza.

Pese a la euforia que embarga en estos momentos a seguidores, jugadores y medios de comunicación, no conviene olvidar que al actual seleccionador le han caído 'palos' de todos los colores que, en cierta parte, han ayudado a curtir su leyenda de 'hombre con el culo pelao' (uno de sus argumentos más esgrimidos en todas las ruedas de prensa). No se debe olvidar que los debates sobre su destitución se convirtieron en todo un clamor y que hasta se 'esperaba' un nuevo traspiés del 'equipo de todos' para ver si la Federación tomaba la iniciativa de rescindir el contrato de Aragonés.

No ha sido así. El seleccionador se ha salido con la suya gracias a una generación de futbolistas excepcionales, gracias a tener que competir en un grupo compuesto por rivales de poca entidad, gracias a las dosis de suerte necesaria para convertir en éxito aquello que también podría haber terminado en fracaso... España estará en la Eurocopa, pero no lo hará gracias a su buen juego ni a su facilidad para enganchar a la gente. El público se ha aburrido, y mucho viendo a la selección. Pero cada combinado nacional reúne una serie de condicionantes, motivaciones y sentimientos tan profundos que hacen que los seguidores sean capaces de perdonar cualquier fracaso y se desgañiten en cada partido como si fuera el primero; como si fuese el último.

Fruto de la casualidad, la recta final de la fase de clasificación ha servido para que el 'Sabio de Hortaleza' haya hecho honor a su apoyo. El veterano entrenador se ha convencido de que merece la pena apostar por los propios puntos fuertes antes que limitarse a contrarrestar las virtudes de los rivales. Esa clarividencia le ha hecho situar juntos sobre el terreno de juego a Silva, Cesc, Iniesta y Xavi. Puede que no sea un centro del campo con mucho potencial físico pero, ¿qué importa eso cuándo se puede desarbolar a cualquier adversario gracias al toque y la velocidad en la circulación de la pelota?

España estará en la Eurocopa. Aragonés ha dicho que su ciclo al frente de la selección tiene fecha de caducidad pero, según me cuentan, el pasado miércoles se vivió una imagen que quedará en el recuerdo de todos aquellos que tuvieron la suerte de presenciarla. En plena explosión de júbilo, los internacionales mantearon a Luis al mismo tiempo que coreaban: "Renovación, renovación".

Después de tantas emociones fuertes, después de haber aprendido a defenderse anímicamente por los malos tragos pasados, por la tensión de verse fuera de la Eurocopa y de la conjura para remar todos juntos hacia la consecución de un objetivo que más que un premio era una obligación, parece como si los jugadores hubiesen hecho una piña que les ha llevado a estar más unidos que nunca. Quién sabe si este puede ser el comienzo de una nueva historia. Por el momento, estos futbolistas han conseguido que un tipo duro como Luis Aragonés se emocione... Y eso no está al alcance de muchos.