Copa Confederaciones

La selección brasileña, actual campeona del mundo, tendrá la ocasión de vengar la derrota que le infligió México, en la final de 1999 (4-3), al quedar encuadradas ambas en el grupo B de la Copa de las Confederaciones, que cuenta, en el grupo A, con el emparejamiento entre Alemania y Argentina como máximo atractivo.

Fráncfort (Alemania), 1 noviembre.- El sorteo celebrado hoy, en Fráncfort, emparejó a Alemania, Australia, Argentina y Túnez, en el grupo A, y a Brasil, Grecia, Túnez y México; en el B. El torneo se disputará, del 15 al 29 de junio en cinco estadios alemanes que, un año después, acogerán el Mundial (Fráncfort, Colonia, Nuremberg, Leipzig y Hannover). En principio, México-Brasil y Alemania-Argentina, son los encuentros más atractivos de la primera fase.

México y Brasil disputaron, el 4 de agosto de 1999, el que hasta el momento, ha sido el partido más vibrante de la historia de la Copa de las Confederaciones, un torneo creado por la FIFA en 1992 para enfrentar a los ganadores continentales. Entonces, la selección mexicana superó por 4-3 a un equipo que, dirigido por Vanderlei Luxemburgo, contaba en sus filas con Dida, Emerson, Serginho, Flavio Conceicao y Zé Roberto.

Un lustro después, Alemania 2005, le ofrecerá la oportunidad de vengar aquella derrota, el 19 de junio de 2005, a las 18:00 horas, en el Niedersachsenstadion de Hannover, un recinto que trae buenos recuerdos a la selección brasileña, ya que allí derrotó a la República Democrática Alemana (1-0) y Argentina (2-1), durante la disputa del Mundial de 1974. El otro gran atractivo para la selección brasileña, en el grupo B, es el enfrentamiento contra la selección japonesa que dirige Artur Antunes "Zico". Campeón de Asia con Japón, Zico, el "Pelé blanco" se ha propuesto dar el empujón definitivo a una selección que no acaba de instalarse en la elite, pese a que ya exporta jugadores por todo el mundo. Grecia, por último, es la inesperada campeona de Europa. Un equipo dirigido por Otto Rehagel, que ha hecho del espíritu colectivo y la defensa sus señas de identidad. La selección griega se encontrará, en Alemania, como en casa. Contará con el favor del público, ya que su seleccionador es alemán y una amplia colonia helena reside en el país.

El Argentina-Alemania del 21 de junio de 2005, en Nuremberg, centra el interés del grupo A, pese a que, para entonces, se espera que ambas selecciones hayan asegurado su pase a las semifinales. Los dos conjuntos afrontan nuevas etapas. Juergen Klinsmann se hizo cargo de la selección alemana tras el fracaso en la Eurocopa 2004 y José Pekerman, después de la renuncia de Marcelo Bielsa, recién proclamado campeón olímpico. Ambos no deberían tener problemas para superar un grupo bastante más accesible que el de Brasil, que completan Túnez y Australia.

Túnez acude a Alemania como sorprendente campeona de la Copa de Africa, donde contó con el factor campo a su favor y una nacionalización apresurada del brasileño Francileudo Dos Santos, un delantero del Sochaux, al que Roger Lemerre le recomendó el cambio de país y dio a los tunecinos el triunfo en la final. Lemerre, campeón de Europa con la selección francesa en Holanda-Bélgica 2000, ha encontrado en El Magreb la tranquilidad que esperaba, tras su abrupta salida de su país por el desastre de los "bleus" en el Mundial 2002. Australia, por último, es el rival más débil del grupo. Regresa a la Copa de las Confederaciones después de la penosa impresión que ofreció Nueva Zelanda en la anterior edición, en la que fue derrotada por Francia, Colombia y Japón. Dirigida por Frank Farina, un ex jugador que hizo carrera en el fútbol inglés, la selección australiana espera que el torneo le sirva para entrenarse ante equipos más potentes, confiada en que jugará la "repesca" del Mundial, frente al quinto clasificado de Sudamérica.