Bale, siempre la mejor bala en la recámara

Minuto 85 de partido. Tras haber sido uno de los principales valedores de los letales contragolpes del Real Madrid ante el Barcelona en la final de Copa del Rey, a Gareth Bale todavía le quedaron fuerzas para recorrerse 50 metros en siete segundos sin que nadie pudiera salir a su paso para evitar el tanto que convertía a los blancos en campeones de Copa del Rey. La jugada que marcó la gran final fue la mejor escenificación del portento físico del fichaje más mediático del Madrid de cara a esta temporada 2013/14 y fue, cómo no, la mejor justificación de los casi 100 millones de euros que por el exjugador del Tottenham pagó el equipo presidido por Florentino Pérez.

Y es que el presidente madridista y también el cuerpo técnico encabezado por el italiano Carlo Ancelotti sabían muy bien lo que estaban fichando. Incorporaban a un jugador que era pura corriente eléctrica, velocidad y garra cuando a los rivales ya empiezan a surgirles los temblores en las piernas. En la última temporada vistiendo la camiseta del Tottenham, sin contar competiciones con su selección ni partidos amistosos, Bale marcó hasta siete goles a partir del minuto 75 de partido, tramo más prolífico para el delantero galés junto el que va de los minutos 61 a 75.

Esta tónica, que había sido muy similar en temporadas anteriores también con el equipo inglés que le permitió hacerse un hueco en el panorama internacional, se ha repetido casi al dedillo ya en su etapa con el Real Madrid. Lo que pasó en la final de Copa del Rey no fue, por tanto, casualidad, ya que en competición oficial el tramo en el que Bale ha sacado su mejor versión goleadora en la campaña 2013/14 ha sido el que va desde el 61' al 75' con ocho tantos en su haber en esos minutos. El de Mestalla contra el Barcelona era el segundo tanto de la temporada que el galés lograba a partir del 75' tras haberlo hecho en un encuentro liguero.

Contemporizando, midiendo fuerzas pero siempre siendo clave en la multitud de jugadas al contragolpe que han hecho sólida la idea de juego de este Real Madrid -así tumbó a un Barça que ya vaga por su fin de ciclo- Gareth Bale ha encontrado su papel de protagonista en el conjunto de Ancelotti. El galés es una bala en la recámara, una bala de plata a precio de oro que bien vale ya por un trofeo en el museo de la entidad madridista.