Los viernes de Iván Castelló: Cómo llegamos a la final de Copa

PorIván Castelló

Actualizado 03/12/2021 a las 12:41 GMT

Ahora que nadie lee, porque nadie lee, es momento de recordar una de mis capturas no muy lejanas de puerto en el mar de las letras futboleras: ‘Cómo llegamos a la final de Wembley’, de Joseph Lloyd Carr, experto en antologías clásicas que se dio el gusto de imaginar al equipo menos conocido del país, el Steeple Sinderby Wanderers, llegando, ni más ni menos, que al último partido de Copa.

Solares Medio Cudeyo - Espanyol

Fuente de la imagen: EFE

Ese sueño es de lícita tradición en Inglaterra al arrancar cada temporada futbolística por la presencia desde siempre de los más modestos en la reputada competición de la FA Cup. Y eso es lo que, en realidad, viene a tratar de conseguir la Federación Española de Rubiales con su nuevo formato de torneo copero.

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El mismo que ha permitido que los equipos más desconocidos del país, de nuestro país, se hayan medido en esta primera ronda premium a los equipazos de Primera División. Como si actores de taller compitieran con estrellas tipo Kenneth Branagh para declamar a Shakespeare. Aunque, qué digo, lo que ahora se llevan son las batallas de gallos en las que ni hay peleas ni animales.

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Una deliciosa obra la de la final de Wembley construida sobre los cimientos de la otra Inglaterra, la del humor y la inocente bonhomía de las zonas rurales, lejos de los panoramas sombríos que pintan ‘hooligans’ del fútbol y del fin de semana, casi todos, en las grandes ciudades.

Es un tono característico igualmente de maravillosas películas noventeras tipo ‘Fiebre en las Gradas’ (ese profesor embriagado de Arsenal); ‘Full Monty’ (el prota era hincha del Sheffield United); ¡Qué pasada! (ese chaval del Newcastle que acaba con entradas para el Sunderland); o ‘El sueño de Jimmy Grimble’ (siempre no al United si se es del City en Mánchester).

Momentos deliciosos, inolvidables, también rememorados en la reciente y muy recomendable ‘The Bromley Boys’ sobre el peor equipo de Inglaterra. Literatura y cine, pero siempre fútbol. Copa de allí y copa de aquí. Mucho éxito al nuevo intento. Y, definitivamente, gracias al Utrillas, Huracán de Melilla, Solares Medio Cudeyo, Unami (ojo, Unión de Amigos), y, siempre, al Panadería Pulido, entre otros muchos. Que todos eran el Steeple Sinderby Wanderers.

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