El mejor gol de las finales de Copa, el de Messi al Athletic en 2015

El 30 de mayo de 2015 Leo Messi recogió una pelota en la banda derecha, no lejos de la zona de las gradas del Camp Nou en lo que la Federación nos alojó a parte de la prensa para cubrir la final entre el Athletic y el Barcelona. A pie cambiado, sobre la línea de mediocampo y parado. Lo primero que hizo fue recortó hacia afuera y pasó de 0 a 32 kilómetros por hora en 2,7 segundos para zafarse del hombre que le estaba haciendo un marcaje individual por todo el campo, Balenciada. Pero frenó, al encontrarse en un callejón sin salida y acorralado por tres jugadores rojilancos.

Con mucha sutilidad tocó la pelota, amagó con driblar hacia afuera, pero hizo la cuerda en un palmo de terreno y se sacó de encima al primero, y luego tocó sutilmente la pelota para hacerse un autopase y dejar atrás a otro. Al tercero lo deja en el sprint que le lleva a entrar en el área, donde le sale un central, al que amaga con salir por fuera, pero recorta hacia adentro para ganar ángulo y disparo. Y entonces le pega con la zurda a la pelota rasa, no excesivamente fuerte (77 km/h) y colocada al palo corto del portero, Herrerín, que no llega. Un gol antológico en una jugada que duró 11,4 segundos, recorrió 55 metros y dejó por el camino a cuatro adversarios, además de al portero.

El gol fue finalista en el Premio Puskas de 2015 junto al del italiano Alessandro Florenzi, por entonces en la Roma, y el del brasileño Wendell Lira, jugador del Goianesia, que fue finalmente el premiado. Para muchos, ese gol de Messi es el mejor gol de la historia de las finales de Copa y uno de los mejores de la historia del crack argentino.

Ernesto Valverde, que era aquella noche el entrenador del Athletic, se deshizo en elogios con Leo: "Messi suele aparecer en estos partidos, y ha aparecido. El primer tanto ha sido increíble”. Su técnico aquella noche, Luis Enrique, habló del marcaje de Balenciaga: "No habíamos previsto los marcajes individuales como ese, pero también tenían ayudas y, como se ha visto, es muy difícil parar a Leo Messi. Es el mejor del mundo”. Y el colofón lo puso Xavi: "Lo de Messi ha sido escandaloso. Creo que es uno de los mejores goles que ha metido. Es el mejor jugador de la historia”. Leo marcó otro gol aquella noche y el Barcelona se proclamó campeón de Copa al ganar por 3-1.