El post del postpartido, Juventus-Real Madrid (0-3): ‘Signora’ chilena

[Así marcha la Bota de Oro 2018] Pero la chilena del portugués para el 0-2 transportó al madridismo a un éxtasis certificado con el 0-3 de Marcelo ante una Juve con diez, expulsado Dybala. Que esto fue un chorreo.

Vivió el Madrid de Cristiano quien, al fin, encontró el gol de chilena que buscaba en su lucha consigo mismo por la perfección. Así que Ronaldo ya está en ese olimpo, aunque en purismo hay quien puede encontrar el origen de esa suerte de rematar de espaldas en jugadores negros de El Callao, en Perú. Cristiano, pues, se saluda con el Pelé de ‘Evasión o Victoria’ y con otras estrellas como Van Basten, Ronaldinho, Hugo Sánchez y Falcao, quienes lucieron imposibles remates como el del luso, en su caso para acallar Turín.

Dos minutos y medio. Para qué más. Eso es lo que necesito el Madrid por mediación de Cristiano Ronaldo para dar un puñetazo y tirar abajo la mesa juventina, flojo como en la final de Cardiff (donde ya encajó cuatro). Luego, y durante lo que quedó de primer tiempo, llegó el orgullo piamontés para buscar aquello de soldado vivo vale para otra guerra. Atacando sin desmayo, como los Mil de Garibaldi, la Juve mereció por momentos mejor suerte que quedarse a cero al descanso.

Entre tanto, el larguerazo de Kroos (37’) fue un fogonazo, no por rimar sino porque ejemplificó lo que es el Madrid muchas veces en un Europa: un tiro y basta para que tiemble cualquier misterio.

En la segunda parte, con Dybala ya en peligro por amarilla de Pepito Piscinas (bueno, Paulo), la Juve se fue estrellando en su muro ‘trumpiano’ de la frontera, la defensa del Madrid y hasta Keylor, portero imperfecto pero con el que el Madrid va volando hacia su tercera Champions consecutiva.

La amarilla a Ramos (55’) le dio una primera emoción a la vuelta porque las desgracias nunca vienen solas. Y a la lesión de Nacho, que ya no es de hierro, se juntará la ausencia del capitán para que Zidane y el entorno ya tengan de qué conjeturar los días previos. Pero el 0-3 final (que pudo ser 0-4 con el travesaño de Kovacevic) dejará en intrascendente el debate. Que ahora llega el derbi con el Atleti, que este Madrid es mucho Madrid en Europa.