El post del postsorteo: Madrid-Atleti, el levantamiento del 2 de mayo

Es lo que tiene dominar el balompié europeo, que encontrarse tanto es estadísticamente probable. Pero qué pereza que Madrid y Atleti, Atleti y Madrid, coincidan por cuarta vez consecutiva. Ni Mónaco ni Juventus como rivales de los madrileños en semifinales. Aunque uno de ellos lo será en Cardiff, lo único positivo, que el fútbol español volverá por cuarta vez a la finalísima continental. Se aspirará a La Duodécima o a La Primera.

Así que otro Madrid-Atleti, que van tantos en Europa que se pierde la cuenta. Pero por acotar a los duelos fratricidas continentales, cuatro de cuatro precedentes los ganó el de siempre, el Madrid, ante un Atlético que intentará superar su estigma histórico, su dolor de cabeza perenne, a la quinta oportunidad.

Desde que tuvieron que desempatar en La Romareda en 1959, el Madrid le ha comido la tostada al Atlético en Europa. Ya pasó entonces, cuando no existía ese valor doble de los goles marcados en campo contrario que considera injusto Diego Pablo Simeone y que obligó a un tercer partido de desempate (2-1 para los madridistas). Fue en el estadio del Zaragoza tras el 2-1 de Chamartín y el 1-0 para los rojiblancos en el Metropolitano que no supuso, como sí sucedería ahora, la clasificación.

Los tres precedentes posteriores están tan cercanos que ni merece la pena recordarlos en profundidad: Lisboa 2014, cuartos de 2015 y Milán 2016. O lo que es lo mismo, el gol de Ramos en el 93, la diana de ‘Chicharito’ Hernández y el tanto en fuera de juego del propio Ramos (o, según se mire, los penaltis fallados de Griezmann y Juanfran). Pero siempre ganó el mismo pese a la igualdad y las estrecheces, que lo del Atleti es inigualable: ha perdido tres finales de Copa de Europa sin perderlas (1-1 ante el Bayern, 1-1 en Lisboa y 1-1 en Milán, siempre al final de los 90 minutos -alguno más si pita Kuipers-).