La historia familiar y de superación que hay detrás de Endrick, la próxima estrella del Real Madrid

Los orígenes de Endrick Felipe se remontan a Taguatinga, un distrito limítrofe con Brasilia, capital de Brasil. El muchacho nace en el seno de una familia extraordinariamente humilde, cuyo padre, Douglas, hizo sus pinitos en el fútbol de forma semiprofesional. Al quedarse precisamente en eso, en la frontera con el profesionalismo, el cabeza de familia decide dar un giro a su vida para mudarse a São Paulo en 2017 con el único objetivo de salir de la pobreza, un mal común que aqueja a decenas de millones de habitantes del gigante sudamericano. Cuenta Endrick rememorando su infancia, que le hizo la promesa a sus padres de llegar a ser jugador profesional al darse cuenta del hambre que pasaba su familia.

En São Paulo, a Douglas, que por aquel entonces estaba en el paro, se le ocurre la idea de comenzar a vender café de forma ambulante en Barra Funda, el barrio paulista más próximo al Allianz Parque, estadio del Palmeiras. Una mañana, un director palmeirense ofrece a Douglas la posibilidad de comenzar a trabajar limpiando los vestuarios del 'verdão'. Y es en ese preciso instante cuando, sin saberlo, las vidas de Douglas y Endrick cambian de forma radical. Douglas se hizo pronto con el cariño del vestuario palmeirense. Se llegó incluso a dar una situación en la que, preocupado por su estado físico, Jailson, portero suplente del Palmeiras en aquel entonces, decide pagarle una prótesis dental a Douglas al darse cuenta de su frágil estado de salud.

Por aquel entonces, Douglas consciente del potencial de su hijo, se dedica a grabar las virguerías que el pequeño Endrick podía hacer con un balón. Sus vídeos suscitan el interés de los grandes clubes paulistas: Palmeiras, Corinthians, Santos y São Paulo. Este último es el primer club en hacer un movimiento por Endrick, pero termina por ser rechazado al pedir su padre una dotación económica de 150 reales mensuales (unos 26 euros al cambio). Palmeiras no comete el mismo error y ficha a Endrick a la edad de 10 años.

Desde entonces, la evolución de un delantero que comparan con Romario y Ronaldo ha ido en ascensión continua. Endrick es nombrado mejor jugador de la Copinha, un torneo de fama internacional que ha visto nacer a numerosas supernovas brasileñas. Abel Ferreira le hace debutar en el Brasileirão con 16 años, 2 meses y 15 días, rompiendo el récord de precocidad de un tal Vinícius Junior. Y 6 años después de aquel fichaje y de tantos momentos de sufrimiento para Endrick y su familia, Palmeiras rentabiliza su inversión vendiendo al joven delantero brasileño al Real Madrid por 70 millones de euros para cumplir así Endrick la promesa que un día le hizo a su padre.