Eurocopa 2020 | Suecia-Polonia: Lewandowski no basta

3- Suecia: Olsen; Lustig (Krafth, min. 68), Lindelöf, Danielson, Augustinsson; Larsson, Ekdal, Olsson, Forsberg (Claesson, min. 78); Isak (Berg, min.68), Quaison (Kulusevski, min. 55)

2- Polonia: Szczesny; Bereszynski, Bednarek, Glik; Jozwiak (Swierczok, min.61), Klich (Kozlowski, min. 73), Krychowiak (Placheta, min. 78), Zielinski, Puchacz (Frankowski, min. 46); Lewandowski, Swiderski.

Goles: 1-0, min. 2, Forsberg. 2-0, min. 59, Forsberg. 2-1, min. 61, Lewandowski. 2-2, min. 84, Lewandowski. 3-2, min. 90 + 4', Claesson.

Árbitro: Michael Oliver (ING). Amonestó a Danielson (min. 10), Krychowiak (min. 74) y Glik (min. 83).

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Eurocopa celebrado en el Saint Petersburg Stadium de Rusia.

La necesidad de ganar para Polonia transformó en nerviosismo al combinado de Paulo Sosa en los primeros compases de juego. Suecia salió a por todas, pese a tener asegurada la clasificación. Una valentía que pronto encontraría el premio del gol. Isak encaró en la frontal del área y el rechace le llegó a Forsberg, el más hábil y concentrado de los presentes en el campo, que con la zurda en un remate cruzado ponía por delante a los suyos. El segundo gol más rápido de la historia de las Eurocopas, para no pestañear y perdérselo. A Polonia le tocaba remar demasiado pronto y remontar el choque para tener opciones de estar en octavos. No obstante, se vio superada por la inercia positiva del tanto sueco, que bloqueó la puesta en escena de la selección polaca. Aun así, la réplica no se hizo esperar por medio de un Lewandowski muy enchufado pero poco efectivo, algo extraño para el nueve del Bayern. Hasta tres opciones en la misma jugada tuvo el bueno de Robert, que inexplicablemente envió dos cabezazos seguidos al larguero, el segundo a puerta vacía, para asombro de propios y extraños.

El duelo se había equilibrado, fruto de la buena reacción de una Polonia que poco a poco se metía en el partido. Siempre es complicado recibir una mazazo tan pronto, y más cuando se tiene la necesidad de sacar los tres puntos para seguir vivo. Pese al error de Lewandowski, el combinado polaco se creció ante la adversidad, como que de un reseteo instantáneo se tratase, arrebatándole el esférico a Suecia e inclinando la balanza hacia la meta de Olsen. Sin embargo, el plan de repetir centros al área no inquietaba demasiado al combinado escandinavo, muy seguro por arriba con los centrales achicando el peligro. A Suecia le faltaba presencia en posibles contragolpes que pusieran en guardia al conjunto rojillo. De hecho, la primera parte se le estaba haciendo muy larga y densa a los dirigidos por Andersson, que pedían el descanso a gritos. Olsen tuvo que volar para sacar un remate de Krychowiak en lo que fue el último cartucho desaprovechado por los integrantes polacos en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.

El paso por vestuarios no varió demasiado el devenir del partido. Polonia salió con las ideas muy claras, bombardear la portería de Olsen. Zielinski era el encargado habitual para un nuevo remate que tuvo que bloquear el portero del Everton. Un plan que parecía lógico, pero que iba a acabar siendo contraproducente para los de Paulo Sosa. Otro disparo desde fuera del área taponado por Suecia que se iba a convertir en un problema capital. Olsson encontraba el espacio en su campo y con una arrancada monumental habilitaba a Forsberg para que finalizase con un remate de interior y enviase a guardar el segundo para el combinado sueco. Un gol que podía ser la sentencia de muerte de Polonia, pero nada más lejos de la realidad. El equipo polaco, consciente de que ya no había más opciones, se fue con todo para morir matando. Y apenas tardó en responder. Lewandowski, capaz de lo mejor y de lo peor en este encuentro, se inventaba un golpeo excepcional para recortar distancias y poner en un puño de nuevo el partido.

De hecho, el campo se volvía a inclinar hacia la meta de Olsen. Swierczok acertaba en el remate, pero se encontraba en posición incorrecta. Los nervios apremiaban a una Polonia que necesitaba dos goles. Suecia sabía de la goleada de España, por lo que el primer puesto del grupo pendía de un hilo. Era tiempo para héroes que no se esconden, y por eso volvió a aparecer Lewandowski. El delantero polaco encontró un caramelo en el área para definir a las mil maravillas y poner las tablas. Polonia creía y se volcaba con todo a por la remontada, una opción arriesgada y lógica a partes iguales. La gloria o el final. Y esta vez salió cruz. Claesson aprovechó un contraataque para batir a Szczesny y desatar la locura en el 94, al mismo tiempo que hundía definitivamente a la selección de Paulo Sosa. Un gol que le daba un merecido liderato de grupo a Suecia, y dejaba última y sin opciones a Polonia, que demostró que con Robert Lewandowski, no es suficiente. Al menos, esta vez no lo fue.

Ratificó el fuera de juego de Swierczok en el segundo gol de Polonia.