Lewandowski, el gran regreso del 9 al escenario mundial

Autor de un año 2020 excepcional y galardonado con el título de jugador del año otorgado por la redacción de Eurosport, Robert Lewandowski demuestra que los números 9 no están obsoletos. Rechazados durante muchos años en premios individuales tras tener que adaptarse a la evolución del juego, los delanteros han encontrado un estandarte con el polaco, que está liderando los éxitos del Bayern de Múnich.

"Hay cada vez menos números reales 9". Jean-Pierre Papin, ex goleador del Olympique de Marsella y del Balón de Oro de 1991, hace una observación mordaz: el delantero centro puro ha estado fuera del radar durante años. En el césped, pero también en los premios de fin de temporada. Pero esta especie en peligro de extinción ha tenido durante los últimos años un líder que la guiaba en su supervivencia con la figura de Robert Lewandowski. Este año, el polaco incluso ha demostrado que tenía talento incluso para actualizarse. Y por eso la redacción de Eurosport lo ha convertido en el jugador del año.

La época en la que el 9 eran las estrellas del fútbol mundial no es tan lejana. Hace apenas 20 años sus actuaciones destacaban los fines de semana, sus camisetas se agotaban en las tiendas y se lucían con orgullo en las gradas. Los tiempos han cambiado desde entonces. Basta echar un vistazo a la lista de premios del Balón de Oro o al jugador del año de la FIFA para dimensionar la travesía del desierto de los grandes delanteros de la profesión. El 7 y el 10 tomaron el poder.

Ningún delantero centro ha sido coronado desde Andrei Shevchenko, Balón de Oro de 2004. Peor aún, no ha habido un solo delantero en el podio desde 2008. "Es un fenómeno de la moda. Ahora pocos equipos se apoyan únicamente en un único goleador. Preferimos tener dos o tres delanteros capaces de marcar goles. Ya no hay delanteros determinantes que hagan precisamente eso porque el fútbol ya no quiere depender de una persona”, dice Jean-Pierre Papin.

El fútbol está cambiando. Y el delantero centro ha tenido que adaptarse a ese juego de posesión que se ha convertido en el referente del planeta del fútbol desde hace temporadas. El delantero centro, que se había labrado un prestigio durante años en el Balón de Oro con Marco Van Basten (1988, 1989, 1992), Jean-Pierre Papin (1991), Georges Weah (1995), Ronaldo (1997, 2002), Michael Owen (2001) y Andriy Shevchenko (2004), ha tenido que aceptar quedarse un poco fuera de foco.

Mientras que los fenómenos Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, lejos de ser los mejores delanteros en el sentido estricto del término, han dejado su huella en el mundo del fútbol, ​​los delanteros centros han hecho concesiones poniéndose más al servicio del colectivo. "Ha habido una gran evolución en el juego en los últimos años”, también subraya Bernard Lacombe, el exgoleador del Lyon o Burdeos en los años 70 y 80. “Los atacantes ahora deben participar más en el juego, deben hacer más esfuerzos por el colectivo. Cuando veo por ejemplo todo lo que hace Karim Benzema en el Real Madrid o Alexandre Lacazette en el Arsenal… Es agotador. Pero después pierden la sensibilidad con el pie en la zona de la verdad o la lucidez. Esos pequeños detalles son importantes", apunta Lacombe.