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Con una mezcla de suplentes y titulares, con más de lo segundo que de lo primero, aparecía la tropa de José Mourinho a Derby para disputar la tercera rona de la FA Cup. Pero este equipo está diseñado para competir en todas las competiciones de manera óptima.

En la primera parte se cumplió el guión de todos los partidos. Un Chelsea aseado, sin alardes pero sin conceder peligro. Eso sí con un Oscar que cada vez que coge el balón los aficionados del Chelsea, y los que no lo son, se levantan de su asiento. Sea cual sea el lugar. El brasileño va a ser una de las grandes estrellas del Mundial. Le daba lo mismo la banda izquierda que la derecha o el centro. Hasta cinco disparos con peligró se sacó de la chistera el mago brasileño. El bueno de McLaren no veía el momento en el que el colegiado señalase el final de la primera parte. Tenía trabajo.

Y como era de esperar, el Chelsea hizo lo que tiene acostumbrado a sus aficionados y a todo el que vea sus partidos. Meter una, dos o tres marchas más hasta que llegue el gol. Mourinho movió el banquillo y entró Hazard, otro que cada vez que agarra el balón el defensa tiembla. En tan solo dos minutos puso un centro que fallarlo era casi de juzgado de guardia. Mikel anotó el gol y puso el partido cuesta abajo.

Con el 0-1 llegaron las mejores ocasiones de los de Mourinho. Torres, que entró por un ausente Eto´o mandó al limbo dos ocasiones claras. El delantero las erró sí, pero está reencontrandose en un momento que puede ser decisivo para el Mundial. Tiene trabajo, Negredo muerde como un tiburón hasta ahora, el Niño a día de hoy es una piraña. El segundo gol lo puso Oscar que redondeó la tarde perfecta.

Con esta victoria, el Chelsea se mete en cuarta ronda y le espera un rival a priori débil, el Stoke City. El partido será a partido único como siempre y será en Stamford Bridge. El Chelsea suma y sigue.