Croacia-Bélgica: Lukaku, un delantero para la Copa del Mundo (1-2)

Romelu Lukaku será una de los mayores reclamos del próximo Mundial que Brasil acogerá el año que viene. El delantero del Chelsea cedido al Everton demostró ser una fuerza de la naturaleza y la punta de lanza de una atractiva Bélgica que regresa así a las grandes competiciones nacionales, de las que estaba ausente desde el Mundial 2002.

Croacia podía poner cierta dosis de picante al desenlace final del Grupo A de la zona europea, pero el calor de las gradas del Maksimir no se contagió en ningún momento a los jugadores de Igor Stimac, liderados por un solitario Modric, que rara vez encontró aliados con los que asociarse.

La juventud de los ajedrezados terminó beneficiando a Bélgica, mucho más asentada como equipo, como se demostró en la agresiva presión que llevó al robo de Defour que permitió una asistencia entre líneas a Lukaku. El ariete de los ‘diablos rojos’ superó en velocidad la marca de Corluka y Lovren y quebró con la cintura a Pletikosa, certificando en el primer cuarto de hora la presencia belga en terreno brasileño.

Modric comenzó entonces a tocar más el balón para Croacia. El arriesgado 3-4-3 propuesto por Igor Stimac apenas tuvo relevancia en el área de Courtois, bien pertrechada con los cuatro centrales que formaban su línea defensiva. Mandzukic se desquició antes de tiempo, y Rakitic se limitaba a botar saques de esquina sin destinatario, mientras Perisic hacía ver que le venía grande el partido y la marca del colchonero Alderweireld, solvente en el lateral derecho.

Cuando el territorio parecía dominado por Croacia, Lukaku volvió a aparecer para desmentirlo. Su intimidante 1,91 tomó el balón en su propio campo y arrasó todo cuanto se puso en su camino para volver a plantarse ante Pletikosa. A trancas y barrancas, el balón terminó cruzando la línea de gol, sentenciando el partido antes siquiera de llegar al descanso.

La segunda mitad, con la suerte del Grupo A ya echada, apenas sirvió para ver un dominio estéril de Croacia y los retos constantes de Mandzukic con todo jugador belga tras su encontronazo con Hazard en la primera parte. Esto llevó a Howard Webb a tener que amonestar a Fellaini tras una entrada incomprensiblemente a destiempo.

Marc Wilmots no quiso correr más riesgos y retiró a Lukaku del terreno de juego, que ya antes había mostrado una ligera cojera. La figura del partido desaparecía así del césped del Maksimir, después de dar el último empujón a Bélgica para estar presente en el Mundial y de aumentar aún más su cotización, que no ha dejado de crecer desde que se incorporó a las filas del Everton.

Fellaini pudo haber hecho aún más escandaloso el marcador, pero su disparo a quemarropa lo salvó Pletikosa bajo la lluvia de Zagreb. Finalmente, Croacia consiguió recortar la distancia con un potente disparo de Kranjcar ante un despeje de Courtois al centro de la portería. Con cinco minutos por disputarse, Wilmots refrescó la medular con la entrada de Dembélé para capear mejor las últimas embestidas croatas, que finalmente no supusieron nuevos cambios en el marcador.

Croacia: Pletikosa; Vida, Lovren, Corluka; Vrsaljko, Kovacic (Vukojevic, 65’), Modric, Strinic; Rakitic (Kranjcar, 76’), Mandzukic y Perisic (Kalinic, 46’).

Bélgica: Courtois; Alderweireld, Van Buyten, Lombaerts, Vertonghen; De Bruyne (Mirallas, 65’), Witsel, Defour (Dembélé, 84’), Hazard; Fellaini y Lukaku (Chadli, 68’).

Goles: 0-1, Lukaku (15’); 0-2, Lukaku (38’); 1-2, Kranjcar (83’)

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó a Mandzukic, Vrsaljko, Corluka, Fellaini y Modric.

Estadio: Maksimir. 30.000 espectadores.

En Twitter: @Agustin_Galan