Sobran los motivos

Este año parece que será el definitivo. Cada vez son más las informaciones que colocan a Cesc en el Barcelona y son más los motivos para que esta operación se acabe cerrando de una vez y todos sean felices:

Producto de La Masía. Las señas de identidad de este Barça es contar con el máximo de jugadores de la cantera. Es cierto que desde los 15 años se ha criado en el Arsenal, pero no por eso deja de ser un canterano más de la factoría azulgrana.

O Barça o nada. ¿Cuántas veces ha repetido Fábregas esta afirmación? Nunca pierde ocasión de hacerlo. Lo tiene muy claro, incluso dándole calabazas al Real Madrid verano sí y verano también.

Sus mejores amigos visten de azulgrana. Piqué y especialmente Carles Puyol le esperan con impaciencia. Desde hace años sus mejores colegas no han ocultado su deseo de contar con él en el vestuario del Camp Nou.

No le hace falta ninguna adaptación. Lleva jugando desde muy niño en el Barça y desde hace más de cuatro años coincide con los que van a ser sus compañeros en la selección. Por si esto no fuera poco, el juego del Arsenal es de los más similares que hay al culé.

Pep está encantado con él. Es una petición expresa de Guardiola. Un jugador más para tener una plantilla más profunda. Además, Pep nunca ha ocultado su deseo de contar con Fábregas en sus esquemas.

Su precio no será un problema. El Barcelona ha dicho que tiene 45 millones de euros para gastar más algún ingreso extra que pueda sacar por algún traspaso. Las cifras de la operación, cuadran perfectamente sin trastocar mucho la economía azulgrana.

Wenger prometió que le dejaría libre. Desde hace tres veranos, su actual técnico y padre deportivo en el Arsenal sostuvo que, algún día, le dejaría fichar por el equipo de sus amores.

Un campeón del mundo más de azulgrana. Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro, Villa y ahora un jugador igual de importante en esa selección campeona del mundo y que daría más caché al mejor equipo de la actualidad.

Más precisión para el tiki-taka. Xavi, Iniesta y ahora Cesc. Lejos de ser un problema o un rompecabezas para los esquemas de Guardiola, el técnico no tardaría en encontrarle una posición si tira a Iniesta a una posición más atacante. Las combinaciones desde el centro del campo con Xavi pueden ser todo un espectáculo.

Otra medalla para Sandro Rosell. Cuentan desde Barcelona que Joan Laporta intentó hasta la última hora de su mandato dejar a un Barça con Villa y con Cesc. En el caso de su canterano no pudo ser, y este mérito podría atribuírselo Sandro Rosell y su junta.