Igual que Portillo

Bojan abandona finalmente el Barcelona y su caso tiene demasiado paralelismos a uno que tuvo lugar en el eterno rival hace ya seis años. Cuando Portillo, tras triunfar en el Castilla y no acabar de cuajar en el primer equipo, hacía las maletas y abandonaba el Madrid para recalar en la Serie A italiana. En este caso, en la Fiorentina.

El de Aranjuez llegaba al primer equipo como la gran esperanza de la cantera blanca, tras consagrarse como el máximo anotador histórico en las categorías inferiores del Madrid con más de 700 goles. Unas cifras de récord que calcó Bojan Krkic durante los siete años que permaneció en las diferentes categorías culés, donde consiguió superar los 800 goles.

La llegada al primer equipo, tanto de uno como de otro, no defraudó a nadie, y es que Portillo, por ejemplo, marcaba su primer gol el día de su debut ante el Panathinaikos, en Champions. Además, su primera temporada la cerraba con 17 goles, cinco más que el canterano culé, pero que igualmente maravilló tanto a la directiva, como a la afición azulgrana.

Pero poco a poco la llama se fue apagando. Guardiola ya no le ofrecía las mismas oportunidades que Rijkaard y su rendimiento empezaba a bajar como consecuencia de la poca confianza que obtenía de su entrenador. De marcar 12 goles en la 07-08, 10 en la 08-09 y 12 otra vez en la siguiente, pasó a anotar sólo 6 tantos en esta última temporada, donde el canterano apenas disfrutaba de minutos.

Portillo llegaba con la dura tarea de suplantar a dos de los mejores delanteros del momento, Raúl González y Ronaldo, pero la cosa terminó por torcerse y tuvo que abandonar el club. Una marcha a la Fiorentina que no fue la soñada, y es que en la temporada que permaneció cedido, sólo consiguió marcar cuatro goles (uno en Liga y 3 en la Copa italiana).

Su no relación con Guardiola y decisiones como la de no darle minutos en la final de la Champions de Wembley, han terminado por forzar finalmente la salida de Bojan de la que ha sido su casa. El que estaba llamado a ser la máxima esperanza de La Masia, deja atrás el equipo de su vida en el que, al igual que Portillo en el Madrid, parecía que acabaría por triunfar.