Historias Eurosport: 10 años del fichaje más caro de la historia del Real Madrid

PorAnton Lestón

Actualizado 02/02/2019 a las 09:09 GMT

No fueron sus regates, ni sus goles, ni sus asistencias. Ni siquiera su entrega sobre el terreno de juego. Pero el nombre de Julien Faubert quedó para siempre grabado en la memoria madridista. Quizá como símbolo de aquella pésima gestión en la temporada 2008-09, que comenzó Calderón y remató Boluda. Casualidad o no, aquel año vimos al peor Madrid y al mejor Barcelona.

Julien Faubert Real Madrid

Fuente de la imagen: AFP

Solo habían pasado siete meses desde aquel recordado pasillo del Barça en el Bernabéu, pero ni merengues ni culés eran ya los mismos. Los de Schuster habían perdido a Robinho, uno de los más importantes de la anterior temporada. En el Camp Nou, Pep Guardiola había cogido los mandos y prescindido de otro brasileño, Ronaldinho Gaucho.

Pese a la supuesta desigualdad con la que uno puede mirar hoy las plantillas con las que contaban ambos entonces, blancos y blaugranas fueron parejos en la tabla hasta el mes de diciembre. Pero cuatro victorias de los culés, que empezaban a tomar el ritmo de crucero que mantendrían durante años, abrieron una brecha de 12 puntos para situarlos como líderes absolutos de la liga.

Juande Ramos Real Madrid

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El Madrid era 5º, empatado con el Villarreal (6º) y a solo dos puntos de quedarse fuera de los puestos europeos. Schuster había sido destituido por asumir públicamente que iba a ser misión ‘casi’ imposible sacar algo positivo en la semana que tocaba visitar el Camp Nou. Su puesto lo ocupó Juande Ramos, que comprobó cómo el alemán estaba en lo cierto. Por lo que Calderón, presidente todavía, se vio obligado a acudir al mercado.

Durante aquel frío diciembre llegaron Huntelaar, del Ajax, Lass Diarra, del Portsmouth, y Dani Parejo, que fue repescado del QPR. El gran futuro que se le presumía al delantero holandés, al que se comparaba con Van Nistelrooy, sirvió de propaganda para tapar los dos graves errores de aquella gestión.

El primero fue que Huntelaar llegó lesionado y el segundo, y más grave, que su participación en Champions la debería decidir el entrenador, pues solo Lass o él podrían jugarla, no los dos, ya que ambos habían participado esa misma campaña en la extinta Copa de la UEFA.

"No entiendo mucho de fútbol…"

El asunto incendió al madridismo, que agotó su paciencia cuando se destapó el escándalo que terminó con la dimisión de Calderón. El hasta entonces presidente había cometido un fraude en las asambleas, permitiendo participar a socios que en realidad no lo eran. Ante la urgencia de la situación, el vicepresidente elevó su cargo. Su nombre, Vicente Boluda.

Vicente Boluda Real Madrid

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El nuevo mandamás blanco no escogió un buen discurso de presentación para que los merengues pudiesen dormir tranquilos. “No entiendo mucho de fútbol, entiendo de ganar y ganando todo es bueno”, advirtió. Y como un mensaje divino para demostrar que los refranes existen por algo, un desconocido jugador del West Ham llegó al Bernabéu con el objetivo de revivir al equipo. Se comprobaba así, que “el que avisa no es traidor”, y Boluda no tenía ni idea.

Julien Faubert fue el único fichaje del presidente en toda su andadura en el fútbol profesional. El extremo francés se presentó en el césped del Bernabéu un 2 de febrero ante menos de 50 personas, que ilustraban la decepción social que se vivía. “Me llamaron y colgué, pensaba que era una broma”, esa era la confianza que tenía el futbolista en sus posibilidades. Tras cero goles y dos asistencias en los primeros 20 partidos de Premier, era nuevo jugador del Real Madrid.

Julien Faubert Real Madrid

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El precio de su cesión hasta final de temporada se fijó en 1’5 millones de euros. Y, como era de esperar, no salió bien. Faubert jugó 54 minutos -siempre desde el banquillo- en sus cinco meses en España, por lo que su coste, a fin de cuentas, se podría resumir en 28.000 €/minuto. Pese a ello, dejó un recuerdo imborrable para los amantes de LaLiga cuando se quedó dormido en el banquillo del Madrigal mientras sus compañeros disputaban el encuentro.

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Ninguna de las incorporaciones pudo solucionar la crisis blanca, aunque Huntelaar -8 goles en 20 partidos- y Lass terminaron demostrando un buen nivel. La eliminación en Champions ante el Liverpool (5-0 en el global), pese al “chorreo” que adelantó Boluda haciendo valer una vez más la sinceridad de sus primeras palabras como presidente, fue un duro golpe para la parroquia blanca.

Pero, sin duda, el tropiezo que más dolió al madridismo se produjo en la visita del Barça a Chamartín, donde un año antes habían homenajeado al equipo campeón de Schuster. El conjunto de Guardiola, comandado por Xavi y Messi sobre el césped, goleó a los vigentes campeones con un insólito e imborrable 2-6.

Messi Real Madrid Barcelona

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La indignación marcó el día a día de la afición hasta el verano, momento en el que Florentino Pérez, tras su vuelta al club, volvió a evidenciar la pésima gestión realizada por sus dos antecesores. 18 semanas después de que el mejor club del siglo XX firmase a un extremo del West Ham que no había marcado ni un gol en Premier, el nuevo Madrid anunciaba a Kaká y a Cristiano Ronaldo. Desde Faubert hasta los dos últimos Balones de Oro habían pasado, tan solo, 127 días. Eso sí, nadie puede negar que el francés fue, de los tres, el que más caro acabó saliendo.

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