Iker Muniain: El último romántico

PorYago Hernández Balanzategui

Publicado 24/04/2024 a las 11:58 GMT

El hasta ahora capitán del Athletic Club ha confirmado su decisión de abandonar la institución bilbaína a final de temporada tras la consecución del título más importante de su carrera: La Copa del Rey. Un futbolista distinto dentro y fuera del campo, con amor a unos colores, un amor al que él mismo habla: "Has sido lo mejor de mi vida, pero ahora, mi amor, ha llegado el momento de separarnos”.

Iker Muniain levanta la Copa.

Fuente de la imagen: Getty Images

Iker es diferente, llegó a Bilbao con 12 años desde el navarro barrio de La Txantrea. Con 16 debutó con el primer equipo, y marcó su primer gol hace ya década y media, convirtiéndose en el jugador más joven en marcar jamás con la elástica rojiblanca. En ese gol, Iker dio su primer beso, a un escudo, a unos colores y a una ciudad. Empezó lo que sería un amor de por vida.

Tras cuatro finales de Copa del Rey y una de Europa League, Iker lo logró. Demostró que solo se rinde aquel que deja de luchar, que deja de creer, que deja de soñar. Cogió galones en, seguramente la que fue, la tanda de penaltis más importante de la historia reciente del Athletic Club, y lo hizo. Marcó en la tanda y pudo levantar su bestia negra, aquella que tanto le había hecho sufrir, al fin cayó en sus manos.

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Iker Muniain en la celebración del título de Copa del Rey.

Fuente de la imagen: Getty Images

Deja al equipo en lo más alto, con una Copa del Rey y la entrada a competiciones europeas asegurada. Seis finales quedan por luchar por entrar en Champions dice, seis finales en la que se dejará todo. Ahora, con 31 años y todavía mucho futbol en sus botas, buscará nuevos retos, seguramente fuera de LaLiga, para que el amor de su vida no le vea con otra.

Muniain es un jugador distinto, un capitán como los que ya no quedan. Aquel que enamoró a todo un país en Old Trafford, aquel que lloró en Bucarest y que triunfó en Sevilla, aquel que bailaba dentro y fuera del terreno de juego.

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