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Javier Irureta: “Lo tenían todo preparado pero no les salió como esperaban”

Anton Lestón

Actualizado 12/03/2019 a las 10:51 GMT

Después de 17 años, Javier Irureta (Irún, 1948), el responsable de que aquella Copa del Rey de 2002 tenga nombre propio para todos los aficionados al fútbol español, ya ha dejado totalmente olvidada su relación laboral con el terreno de juego. Ahora su tiempo lo ocupan los paseos por Getxo y una familia que no ha podido “disfrutar durante muchos años por culpa de la profesión”.

fran deportivo copa rey 2002 Real Madrid final Rey Juan Carlos

Fuente de la imagen: Eurosport

Con la jubilación, es de los que dejan de lado totalmente la vida laboral, o sigue viendo y disfrutando el fútbol.
No, no, veo mucho fútbol ¡Muchísimo! Además ahora como dan tantos partidos. Veo tres o cuatro por día el fin de semana. Y no solo español, la Premier, la liga alemana y la francesa también. Lo que más me gusta es ver a equipos que le tengo cariño, como al Dépor o Oviedo en segunda. Yo los intento ayudar animando desde casa, pero a veces se puede y a veces no.
Después, en primera veo bien al Barça, porque tienen al espécimen ese que es Messi que cuando está bien te alegra él solo ver el partido. Hay días como en Copa en el Bernabéu que no, pero después hace un partido como el de Sevilla y es una delicia para cualquiera. Con la derecha, con la zurda y no solo porque haga goles. Sino la serenidad que muestra, la claridad con la que ve el juego, es muy diferente a todos.
¿El mejor que ha visto?
Pues probablemente sí, aunque muchos le cuestionarán el no ser campeón del mundo. Yo marqué a Pelé y vi a Di Stefano, pero él es otra cosa. Además de marcar, es una pasada como conduce el balón y tiene una gran visión. Es excepcional, pero es muy difícil comparar épocas distintas. Cuando jugaban los otros, eran campos imposibles, estructuras distintas… Pero en el podio está seguro.
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Leo Messi enseña su camiseta en el Santiago Bernabéu.

Fuente de la imagen: Panoramic

Es un fútbol muy distinto, al que entrenaba incluso hace apenas diez años...
Sí, ha ido cambiando. Y como todo en la vida, yo creo que cambia a mejor. Hay mucha disputa por la posesión ahora. Los campos son mejores, los jugadores, la preparación desde la cantera. Y la alimentación, que ya hasta desayunan en la ciudad deportiva y todo lo que comen está mucho más controlado. Hay muchos aspectos que lo explican, pero en términos de espectáculo, sobre todo están los cambios de reglamento. Cuando yo jugaba solo se podía cambiar al portero y llevar a quince por si alguien se lesionaba en el calentamiento. Y es algo en lo que todavía se puede mejorar permitiendo uno o dos cambios más para que haya más intensidad durante los 90 minutos.
Y el VAR ¿le está convenciendo?
Sí, sí. Evidentemente yo creo que es más justo, pero todavía tienen que trabajar porque todo lleva su tiempo. Árbitros, jugadores y entrenadores deben conocerlo mejor y saber cómo funciona. Ahora ya hay muchas quejas y es cierto que no está funcionando perfectamente, pero hay muchos partidos en los que se pitan cosas que antes no se verían.
Entrenó a Celta y a Dépor, Real y Athletic. Ahora, en cambio, casos como el de Courtois o Morata escandalizan a los aficionados ¿Había menos rivalidad en ese sentido o nos hemos radicalizado?
No creo, los aficionados siempre han sido así, quieren que seas del equipo desde pequeño, pero de esos hay pocos. Además, el tema del entrenador es distinto. A mí, por ejemplo, estando en Vigo, me llama el Dépor y me interesaba más por el tipo de contrato de dos años. Es un trabajo, con oferta y demanda, y donde puedes estar tienes que trabajártelo para que te quieran. Y, en ese sentido, me he demostrado que puedes estar en varios y compartir el sentimiento.
Además, hay otra cosa y es que antes se daba más la situación de que un jugador no se moviese de un club porque si te subían el 10% de la ficha, el club tenía el derecho de retención. Ahora te viene un equipo inglés o alemán y es imposible retenerlo. Los clubes más pequeños están muy desprotegidos, es muy diferente.
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Irureta

Fuente de la imagen: Getty Images

Llega a A Coruña en verano de 1998, después de una temporada en la que el Dépor no había quedado ni entre los diez primeros. Además de estar protegido de los más grandes, mejora la plantilla hasta el título de liga…
Hablábamos mucho con Lendoiro y la directiva e intentamos poco a poco, mejorar la plantilla. Yo citaba jugadores que conocía para cubrir algunas necesidades y lo valorábamos. El primer año ya hicimos una base buena y entramos en UEFA.
Y a la segunda temporada ya afinamos un poco más y buscamos cosas más excepcionales, porque desde el principio nos vimos con posibilidades de meternos arriba y trajimos a jugadores muy reclamados como Víctor o Makaay.
En esa Liga del 2000, el Madrid es desastroso, el Valencia la pelea, el Barça no puede con el Dépor ¿Volveremos a ver ligas tan competidas?
Es más difícil, pero podría ser todavía. El Atlético la ganó hace unos años pero es que a ellos hay que meterlos como el tercer grande porque tiene un equipo muy similar a Madrid o Barça. Entonces, es muy difícil que la gane alguno que no sea estos tres. Es cierto que en algún momento bajarán y Valencia, Sevilla, Betis o Athletic podrían competirles. Pero es más difícil.
En 2002 también estaban peleando la liga con Valencia y Madrid, y dos llegan a la final de copa. ¿Se le daba más importancia que ahora?
Es cierto que ahora se usa mucho la expresión de ‘Tirar la copa’ (Risas). Yo no la entiendo, recuerdo que aquel año fuimos poco a poco sin menospreciarla. Pero una vez que te ves en semifinales, desde luego que vas a por ella. Además, son partidos muy bonitos siempre los de Copa y ver los desplazamientos de la afición es tremendo. Yo recuerdo llegar a Madrid y ver a toda la gente del Dépor, era increíble.
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Deportivo 2002

Fuente de la imagen: Getty Images

Aunque la suerte también juega un papel muy importante en competiciones así. Llegan a aquella final después de enfrentarse a solo un equipo de primera, el Valladolid.
Sí, está claro, por eso te digo que la copa es tan bonita. Los equipos fuera de los tres grandes sí pueden competir. Porque si pasa como este año, que Barça y Madrid se enfrentan, ya te los quitas del camino en ida y vuelta.
Ahora Valencia llega a la final y si le sale un partido bueno pues puede ser campeón, aunque contra Madrid y Barça siempre es muy difícil.
Llegan a una final que se juega mucho antes de lo normal, un 6 de marzo ¿No era un poco extraño?
No lo sé, no era tan extraño en el sentido de que el Madrid quería celebrar su centenario y la federación estaba por la labor de ayudarles a armar aquel espectáculo. Entonces se pactó que fuese ese día, aunque seguro que no salió como esperaban.
De todas formas, se clasifican a principios de enero y pasan dos meses con partidos muy importantes de por medio, ¿cómo se prepara?
Pues mira, yo cada vez me doy más cuenta de lo importante que es la profundidad de plantilla para ser un equipo ganador. Entrenador y preparador físico tienen que hacer un gran trabajo. Ahora por ejemplo es mucho más necesaria y se ve en equipos como Madrid o Barça, que dominan gracias a eso. Se acabó lo de tener un once que conozcan todos de antemano. Sobre todo, si juegas dos partidos por semana, tienes que tener mucha amplitud, porque si no se te van consumiendo y las trayectorias van decayendo hasta no lograr los objetivos.
El Madrid gana tres de ocho partidos en ese periodo. Sorprende incluso que fuese tan favorito ante un Dépor ya de élite…
Hombre el Madrid en casa siempre tiene que ser favorito. Además, era un gran Madrid, campeón de Europa ese año también. Le correspondía el favoritismo, además con esas ganas de celebrar el centenario, todo el mundo creía que no se les podía escapar. Pero el Dépor fue descarado y pudimos ganar.
Deportivo 2002
Al final les acabaron ganando hasta el restaurante… ¿Cómo fue?
Todo nació del presi. Porque el Madrid suspendió la cena y enseguida Lendoiro, rápido como era, llamó para aprovechar la situación. En vez de cenar en el hotel fuimos para allí, a mí, me parece algo normal porque no se iba a tirar con la comida.
¿Es la mayor gesta de su Dépor?
En cuanto a ganar en campos difíciles, no. De aquella el Dépor fue el único español en ganar en el Olímpico de Munich, en Manchester, en París, en Highbury o ganar varias veces en el Camp Nou. Pero en cuanto a emocional sí, porque fuimos allí con mucha valentía y les ganamos en su casa con todo preparado.
¿Le tiene más cariño a esa Copa que a la Liga?
No, yo le doy más mérito a la Liga, porque son 38 partidos demostrando que eres el mejor y además el Dépor no tenía ninguna. Pero creo que nunca tuve un partido tan emocionante como el de Madrid porque es el fútbol puro, un partido, uno gana y otro pierde, con las aficiones como locas. Fue una emoción tremenda y única en mi carrera, pero no es equiparable con ganar una liga.
Era un equipo con muy buen ambiente en prácticamente todos los jugadores, ¿Sigue manteniendo el contacto con ellos?
Sí, con varios. Con Mauro, Donato y Naybet estuve hace poco y es muy especial que te sigan demostrando tanto cariño. Con Scaloni o Songo’o he hablado alguna vez también y yo los quiero mucho. A otros les tengo más perdidos.
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Djalminha

Fuente de la imagen: Getty Images

¿Y con Djaminha?
Aquel año, después del desencuentro aguantamos hasta final de temporada, pero no hemos vuelto a tener más relación. Yo sé que él está comentando partidos para la televisión y también ha jugado en los veteranos, pero nada más. Tengo un gran recuerdo de él como futbolista y siento un agradecimiento increíble a todos los jugadores, a la afición y a la directiva. Date cuenta de que, a mí, el Dépor me dio media vida.
A veces es difícil entender que jugadores con tanto talento se queden en el banquillo, pero es que muchas veces no se le encuentra el espacio correcto. Lo mismo parece que le pasa a Solari con Isco…
El caso de Isco hay que conocerlo desde dentro, para saber si hay problema entre ellos. En nuestro caso, fue un hecho en el que nos quitó toda la autoridad y no lo podíamos permitir. Pero a lo largo de la trayectoria, te encuentras con gente que se enfada mucho por no jugar. Luego está la competencia. Yo en la mediapunta tenía a Valerón y hay demasiado purista que me decía que los pusiese a los dos, y sí claro que pueden jugar juntos, uno de portero y otro de lateral. El tema es si pueden rendir jugando juntos. Porque lo importante en cualquier equipo es el equilibrio.
En ese sentido, vivimos en una época en la que por redes y en algunos medios parece que todos tienen más idea que el entrenador ¿Molestan ese tipo de críticas?
Siempre las hay, pero los periodistas y la gente en general se olvida de que existen circunstancias detrás de cada jugador o entrenador y te exigen ganar todos los días. Hay veces que el objetivo lleva un tiempo de preparación y eso no se entiende. Además, los más puristas quieren once bailarinas sobre el campo para pasarlo genial, pero no entienden que ni con ‘once Messis’ se podría ganar un título.
Además, estos últimos años hay una norma no escrita de tener que jugar bonito y con mucha posesión y siempre al ataque, pero después ves lo bien que le va al Getafe, explotando las virtudes de todos sus fútbolistas, mejorando como equipo cada jornada y se desmonta la teoría...
Claro, la clave de todo es que la idea del entrenador le convenga a los jugadores. Es decir, que la plantilla sea la adecuada para la forma de pensar del técnico. Ahora hay muchos que presumen de su forma de jugar, pero tienes que respetar siempre. Los jugadores del Getafe seguro que están encantados porque han conseguido llegar a un nivel que a lo mejor con otra forma de jugar no alcanzaban.
Sigue hablando como si estuviera en un banquillo, ¿Qué es lo que más echa de menos de entrenar?
La tensión que se tiene, eso lo echo en falta. La tensión de los partidos y los retos profesionales. El hecho de tener objetivos, de tener que ganar y la satisfacción que se consigue al lograrlo. Eso es increíble.
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Irureta

Fuente de la imagen: dpa

TEST

UNA CIUDAD: A Coruña
UN ESTADIO: El nuevo San Mamés, porque me ha encantado como han conseguido conservar muy bien el ambiente y la tradición.
UN JUGADOR AL QUE HAYA ENTRENADO: Hay muchos, con Karpin tuve muy buena sintonía por ejemplo y le estoy muy agradecido por su comportamiento y trabajo.
UN JUGADOR AL QUE NO: Messi, claro.
UN JUGADOR QUE LE HAYA SORPRENDIDO: Muchos, Fran por ejemplo es increíble cómo evolucionó en su juego. Antes de tenerlo yo no creía que pudiese tener ese valor.
UN PARTIDO QUE LE DEJE MAL RECUERDO: El de Mónaco, por delante de la semifinal perdida ante el oporto incluso.
UN PARTIDO CON ESPECIAL BUEN RECUERDO: Sin contar los títulos me quedaría con los partidos que ganábamos en Barcelona. Me gustaba mucho ganar en el Camp Nou y lo hacíamos muy bien siempre. Contando título, el Centenariazo, por supuesto.
UN ENTRENADOR: Hay muchos que los he tenido como jugador y ahora entrenan como Setién. Pero me quedo con Mendilibar, lo que está haciendo con el Eibar tiene muchísimo mérito.
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