Mou criticaba a Karanka

Un 19 de febrero de 2002 se jugaba un duelo de Copa de Europa entre el Real Madrid de Vicente del Bosque y el Oporto de José Mourinho. La Champions volvió al Santiago Bernabéu con más pena que gloria. La mínima victoria blanca ante el Oporto fue tan sufrida como afortunada. A los locales les salvó un tardío gol de Solari, los postes y un caserísimo arbitraje. Las tempranas lesiones de Figo y Guti, unidas a la batalla que presentó el Oporto, hicieron sufrir más de lo previsto al Real Madrid.

Hubo una jugada que pudo cambiar el partido. Corría el minuto 62 y el marcador reflejaba el 0-0 inicial. El delantero del Oporto Hélder Postiga, ahora en el Zaragoza, le ganó la espalda a Aitor Karanka. Se marchaba sólo hacia la meta de Iker Casillas cuando fue agarrado de la camiseta y derribado fuera del área por el central vitoriano. El colegiado Markus Merk ignoró la clarísima acción y no mostró la reglamentaria y correspondiente tarjeta roja a Karanka.

José Mourinho no dudó en comentar lo sucedido en sala de prensa: "Que el árbitro no expulsara a Karanka ha sido decisivo. Con diez sobre el campo, Del Bosque no hubiera sacado a Solari, que luego fue el autor del gol”. Curiosamente el alemán Merk fue uno de los colegiados a los que Mourinho citó después de la última eliminación madridista en Champions ante el Barcelona.

Dos meses después, el 20 de abril de 2002, Aitor apareció como objetivo azulgrana. El Barça buscaba relevo a Charly Rexach como entrenador. La secretaría técnica deseaba entonces un central de peso específico y un medio de toque. El medio elegido fue Philip Cocu, el holandés del PSV, que sí fichó por Barça, El otro movimiento fue meter baza en la posible contratación de Aitor Karanka, que acababa contrato con el Real Madrid en junio.

Según llegó a publicar Mundo Deportivo el Barça preguntó al representante de Karanka, Miguel Santos, por el estado actual de la situación de su jugador. Con ese fichaje el Barça lograría los servicios de un interesante futbolista, internacional en el olvido por su negativa a renovar con el Real Madrid, y devolvería el golpe de efecto sufrido con Figo. Aitor, a sus 28 años, quedaba libre. Al final, el Barça no pujó por él y el Athletic se le adelantó, volviendo Aitor Karanka a San Mamés.

Diez años después, Aitor Karanka es feliz en el conjunto madridista como ayudante de José Mourinho. El portugués no acude a determinadas ruedas de prensa ya que considera que "es algo positivo para su formación".

Karanka respondió con rotundidad asegurando que "no es una cosa que sea rara verme a mí sentado aquí. Él tiene una forma de trabajar y para nuestra formación es algo positiva poder aprender y vivir estas experiencias".

Para el técnico vasco, esta situaciones suponen una oportunidad para seguir evolucionando, por lo que asegura que está "encantado de salir a representar al Madrid, de quedarme en los entrenamientos al mando". Lo dicho, las vueltas que da la vida...