LaLiga, Sevilla-Real Madrid: Benzema oxigena a Zidane (0-1)

Sevilla: Vaclík; Navas, Diego Carlos, Carriço (Nolito, 81’), Reguilón; Vázquez (Óliver, 52’), Fernando, Jordán (Chicharito, 70’), Ocampos; Banega y De Jong

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; James (Valverde, 76’), Casemiro, Kroos; Bale, Benzema y Hazard (Lucas, 90’)

Gol: 0-1, Benzema (64’)

Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Amonestó a Carvajal, Banega, Julen Lopetegui, Jordán, Ramos

Estadio: Sánchez Pizjuán

Sergio Ramos. Fue la única novedad en el once blanco respecto al 3-0 recibido en París. En una nueva vuelta a la que fue su casa, sí dio la sensación de que el Real Madrid temblaba un poco menos que en la Champions y no se vio tan desbordada la línea defensiva, lo que agradeció Courtois. Vio una amarilla irreprochable al frenar un ataque veloz de Ocampos.

Tomás Vaclík. El guardameta del Sevilla es uno de los que menos presencia mediática tiene en toda LaLiga, pero es un auténtico valladar que le aporta muchos puntos a los hispalenses a lo largo de la temporada. Sus dos intervenciones frente a Hazard y Carvajal en la primera mitad fueron decisivas en el resultado final.

Karim Benzema. En este Madrid de entreguerras el francés está resultando un ejemplo de regularidad y calidad permanente a la hora de salvar al equipo cuando más difícil se ponen las cosas. El Sevilla no regaló el triunfo, ni mucho menos, pero el instinto de Benzema, tantas veces criticado, le dio un balón de oxígeno vital a Zinédine Zidane en un momento en el que las críticas arreciaban con fuerza.

La victoria en el Sánchez Pizjuán era toda una urgencia antes del partido para ambos. El Sevilla podía empezar a despegarse de varios rivales directos y presentar candidatura a LaLiga después de los pinchazos sabatinos del Atlético y el Barcelona, mientras el Real Madrid necesitaba un resultado positivo de forma inmediata para borrar el varapalo que supuso el debut en Champions League contra el PSG.

La primera mitad fue un compendio de las necesidades de uno y otro, puestas de manifiesto en un enfrentamiento de alta intensidad en el que la primera prioridad para Julen Lopetegui y Zinédine Zidane era no cometer errores. Eso llevó a unos primeros 45 minutos peleados pero sin apenas oportunidades de gol. Vaclík tuvo que intervenir en dos ocasiones para negarle el gol a Hazard y Carvajal, mientras que Courtois no se vio exigido.

Tras el paso por vestuarios el Madrid intentó meterle una marcha más al partido, pero Julen Lopetegui envidó rápidamente dando entrada a Óliver para crear una asociación con Banega más fructífera que la que tuvo Vázquez. El sevillista más activo durante todo el partido, aparte de Vaclík bajo palos, fue Ocampos, que buscó percutir por las bandas en todo momento, primero contra Carvajal y después contra Mendy. El ex del Marsella incluso forzó una amarilla de Ramos, obligando al capitán del Madrid a ayudar a sus compañeros ante su descaro.

Cuando el partido parecía correr riesgo de encallar, Benzema lo desatascó al cogerle la espalda a Diego Carlos para rematar a placer un centro al segundo palo de Carvajal. En esta ocasión Vaclík no pudo hacer nada, mientras el francés celebraba ya en el córner un gol que le daba oxígeno a un Madrid más comprometido con la causa de la victoria que en las últimas semanas.

Con el gol en contra Julen Lopetegui optó por echarse la manta a la cabeza, dando entrada a Chicharito y Nolito quitando piezas del centro del campo y la defensa. La acumulación de hombres en ataque no significó un torrente de ocasiones contra Courtois, y el Madrid se mostraba bastante cómodo gestionando la ventaja, exigua por sólida. Chicharito pudo haber roto la igualdad, pero se encontraba en fuera de juego y no llegó la alegría a las gradas del Sánchez Pizjuán, mientras el Madrid regresa a la capital con el alivio de haber conseguido no la mejor victoria, pero sí la que necesitaba.