¿Lo sabías? El mejor partido de Guti, en un decisivo Real Madrid-Sevilla

No en vano, antes de pisar el fin de semana el Barça es líder con 62, el Sevilla marcha segundo con 61 y el Madrid tercero con 60. De locos.

Con los azulgranas ganando en Anoeta (0-2, Iniesta y Eto’o) el sábado, las miradas acaparan en exclusiva un Real Madrid-Sevilla clave: el que gane se mantendrá cerca del líder, el que pierda se descolgará. No pudieron empezar peor para los blancos, que al filo del descanso perdían 0-1 con gol de Maresca en un excelente golpeo desde la frontal.

Poco tardó el técnico italiano en mover el banquillo tras pasar por vestuarios. En el 58’ quitó a Miguel Torres y Raúl para dar entrada a Helguera y Guti. Fue precisamente el habilidoso futbolista de Torrejón quien decantó la balanza con una exhibición marca de la casa. Discutido a lo largo de toda su carrera pese a su innegable talento (en parte también por su acostumbrada irregualridad), el ‘14’ madridista firmó ante el Sevilla uno de esos partidos para colocar en museo. En la media hora que estuvo sobre el campo dio un recital de pases al espacio y de sus botas nacieron los tres goles madridistas.

A los tres minutos de saltar al campo se fue de Poulsen por velocidad en el centro del campo y sirvió una asistencia maravillosa a Van Nistelrooy entre una maraña de piernas sevillistas. Después, con los de Juande Ramos teniendo una ocasión clarísima que desbarató Casillas ante Alves, Guti se frenó en la frontal del área, paró el tiempo y filtró un balón entre dos defensores para que Robinho marcara prácticamente a placer. Poco después llegaría el tercero con una apertura magnífica del madrileño a la derecha, donde apareció Sergio Ramos. El de Camas disparó, Palop repelió y Van Nistelrooy anotó su particular doblete a puerta vacía. Acabó el encuentro con un gol de Chevantón y las expulsiones de Luis Fabiano, Robinho y Aitor Ocio.

Con ese triunfo el Madrid adelantó al Sevilla y se mantuvo a solo dos puntos del Barça. Una jornada después, los de Capello ganaban con una remontada heroica al Espanyol y los de Rijkaard pinchaban ante el Betis en el Camp Nou con un gol de Sobis en el añadido. Alcanzarían el liderato y ya no lo soltarían, conquistando una Liga que parecía imposible. Hoy el Madrid, ante un Sevilla que se encuentra a solo cuatro puntos de los de Zidane, aspira a ponerse líder a tres jornadas del final y a depender de sí mismo para llevarse otro título impensable.