¿Lo sabías? El día que el Barça perdió la posesión contra el Rayo tras 315 partidos

El 21 de septiembre de 2013 el Barça ganó 0-4 en Vallecas y estaba en lo más alto de la clasificación de LaLiga. Víctor Valdés paró un penalti decisivo y Pedro dio todo un recital en uno de sus mejores partidos con la camiseta azulgrana. Pero el Barça perdió la posesión y se montó un encendido debate por haber tenido el balón sólo un 2% menos de tiempo efectivo de juego que su rival.

El Tata Martino quedó marcado por esta especie de deshonra para el ‘estilo Barça’. Es como si perder la posesión por 49% respecto al 51% que la tuvo el Rayo Vallecano entrenado por Paco Jémez hubiera traicionado la escuela de Johan Cruyff y todo el ideario guardiolista, en una temporada en la que ya se estaba echando mucho de menos a Pep, entonces técnico del Bayern de Múnich.

El debate fue tan encendido, pese a ese 0-4 del Barça en Vallecas aun perdiendo la posesión y anotando bellos goles al contragolpe, que hasta el entonces presidente Sandro Rosell tuvo que salir a apagar fuegos, no sin cierta ironía y algo de pesar porque se estuviera debatiendo sobre esto y no por la buena marcha del equipo en ese tramo de la temporada: "La crisis de la posesión no hay quién la entienda. A pesar de la situación extraordinaria del club, siempre lo tenemos que discutir todo. Si ganamos tenemos que discutir por qué ganamos. Y si perdemos, por qué perdemos. Los catalanes somos así y siempre será así".

Perder la posesión parecía que era algo y que nunca iba a ocurrir y sin embargo llegó el día. El Barcelona perdió la posesión del balón 315 partidos después de haber logrado mantenerla en todos los encuentros oficiales durante las etapas de Pep Guardiola y Tito Vilanova. Cinco años después, aquel 21 de septiembre de 2013 sucedió esta pequeña ‘catástrofe’.

Según los datos oficiales que publicó la propia web del Barcelona, al término del encuentro que enfrentó a los culés con el Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas se llegó con un balance de posesión favorable a los locales por 51% a 49%. De esta manera se ponía fin a una etapa de control absoluto del esférico que había durado a los culés 315 partidos oficiales (28.350 minutos), siendo el medio perfecto para conseguir un balance de 15 títulos durante toda la etapa en la que ningún equipo pudo robarle la posesión.

De una manera o de otra, y como consecuencia de los numerosos cambios que ha quiso introducir Tata Martino en el juego del Barcelona, la pérdida de este privilegio que había hecho al Barcelona sentirse orgulloso de su filosofía de juego supuso un irremediable fin a la filosofía que desarrolló Pep Guardiola, mayor garante del control del esférico en los últimos años, y que posteriormente prolongó Tito Vilanova.

Hasta este 21 de septiembre de 2013 que pasará ya a la historia azulgrana como fecha del fin de un récord había que remontarse hasta un 7 de mayo de 2008 para ver cómo el Barcelona perdía la posesión. En aquella ocasión fue el Real Madrid quien arrebató el esférico al equipo que por entonces dirigía Frank Rijkaard, cosechando un ajustadísimo dato de 50,3 % favorable a los madridistas.